El aliento ha vuelto a los pacientes de la Clínica del Pie Diabético que por casi un semestre compraron un medicamento esencial para su salud cuya entrega es responsabilidad de la Secretaría de Salud.
Durante la semana, la administración del Hospital de El Progreso recibió un lote de 3,750 frascos de insulina que les servirá para el suministro de un trimestre a más de 3,500 pacientes que lo necesitan.
Junto con este lote de medicina, el hospital recibió un paquete de medicamento de uno de sus proveedores para suplir la farmacia y entregar los fármacos recetados a sus pacientes de la consulta externa.
“Hemos recibido medicamentos que nos debía uno de nuestros proveedores y la insulina que debía la Secretaría de Salud por inexistencia”, dijo la directora del hospital, Maritza Varela.
Crisis y peligro
Los pacientes se mostraron felices de saber que ya hay medicamento en la farmacia y que no van a tener que racionarlo.
“Algunos pacientes necesitan hasta cuatro frascos mensuales y aquí se les proporciona con una aportación simbólica que ellos dan para ayudar al mantenimiento de la clínica”, dijo la encargada de este centro, Gloria Sorto.
En una farmacia el frasco cuesta alrededor de 290 lempiras y sólo pagan 50 por frasco. Esto ayuda a que los afectados ahorren porque en su mayoría son de escasos recursos económicos.
Sorto agregó que durante un semestre los pacientes tuvieron que comprar el medicamento en la única farmacia que lo tenía en existencia. Esto obligó a racionarlo, lo cual perjudica su salud y es un retroceso del tratamiento.
Esperanza para los afiliados
Los miembros de la Clínica de Pie Diabético y los afiliados fueron visitados ayer por miembros del Club Rotario para recibir los fondos obtenidos durante la actividad anual del Roprogol.
Esta vez, los recursos recibidos fueron 240 mil lempiras, más 100 mil como capital semilla, para iniciar la construcción de su edificio, el cual ha sido un sueño acariciado desde hace muchos años.
El costo de la construcción está estimado en un millón 200 mil lempiras. Debido al escaso apoyo no la han comenzado, pero ahora tienen la esperanza de ver esta construcción.
Planean ubicar la edificación a un extremo de las oficinas administrativas del hospital. Actualmente funciona a un costado de la sala de emergencias, donde el espacio es demasiado reducido para la demanda.
La clínica recibe más de setenta pacientes diarios y tiene unos 3,700 afiliados que pertenecen al casco urbano de la ciudad y a los alrededores.