San Pedro Sula, Honduras.
El gorgojo descortezador se ha vuelto más agresivo y por tal razón las autoridades del Instituto de Conservación Forestal (ICF) redoblarán esfuerzos para repeler esta plaga en el año 2016.
José Ramos, cordinador de plagas forestales del ICF a nivel noroccidental, explicó que en el área de El Merendón que pertenece a San Pedro Sula se detectaron 77 brotes en 56 hectáreas contadas al cierre del año 2015.
Para evitar que este insecto llegue a otras zonas, esta regional se ha coordinado con la División Municipal Ambiental (Dima) y la sociedad civil; sin embargo, Ramos admite que no se ha podido frenar por completo la plaga.
“La lucha contra la plaga continuará en el año 2016. Con todos los involucrados no hemos podido frenar este insecto que aún tiene avance. Ahora es más agresivo comparado con períodos cíclicos de hace unos 10 o 15 años. Estamos utilizando el método de cortar y dejar para evitar que se reproduzca”, expone el funcionario.
El ICF en la zona noroccidental se encarga de vigilar Cortés, Santa Bárbara y parte de Yoro.
En todas estas zonas se han contabilizado 850 brotes que están distribuidos en 2,050 hectáreas, en las que se han visto afectados unos 150,300 metros cúbicos de madera.
El ICF ha autorizado 50 planes de salvamento para aprovechar 11,500 metros cúbicos de madera.
El gorgojo descortezador se ha vuelto más agresivo y por tal razón las autoridades del Instituto de Conservación Forestal (ICF) redoblarán esfuerzos para repeler esta plaga en el año 2016.
José Ramos, cordinador de plagas forestales del ICF a nivel noroccidental, explicó que en el área de El Merendón que pertenece a San Pedro Sula se detectaron 77 brotes en 56 hectáreas contadas al cierre del año 2015.
Para evitar que este insecto llegue a otras zonas, esta regional se ha coordinado con la División Municipal Ambiental (Dima) y la sociedad civil; sin embargo, Ramos admite que no se ha podido frenar por completo la plaga.
“La lucha contra la plaga continuará en el año 2016. Con todos los involucrados no hemos podido frenar este insecto que aún tiene avance. Ahora es más agresivo comparado con períodos cíclicos de hace unos 10 o 15 años. Estamos utilizando el método de cortar y dejar para evitar que se reproduzca”, expone el funcionario.
El ICF en la zona noroccidental se encarga de vigilar Cortés, Santa Bárbara y parte de Yoro.
En todas estas zonas se han contabilizado 850 brotes que están distribuidos en 2,050 hectáreas, en las que se han visto afectados unos 150,300 metros cúbicos de madera.
El ICF ha autorizado 50 planes de salvamento para aprovechar 11,500 metros cúbicos de madera.