San Pedro Sula, Honduras.
Fue una odisea para Teddy Fernando Mendoza llegar, desde su hotel, hasta el auditorio de la Fundación Rafael del Pino donde el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón le entregaría un galardón especial que él recibió a nombre de su empresa Hanes Brands Inc. (HBI), que tiene operaciones en Honduras y El Salvador, entre otros países.
Cada vez que el príncipe va a presidir un acto de esta naturaleza se aglomera la gente y se estrechan las medidas de seguridad alrededor del lugar donde se lleva a cabo la ceremonia. Por eso, el taxi que transportaba al hondureño, tardó en llegar media hora en un recorrido de solamente cuatro cuadras.
No obstante, Mendoza estuvo en el auditorio antes que Su Alteza Real comenzara a entregar los galardones a los finalistas y ganadores de la XVII Edición de los Premios Codespa. Entre los invitados de primera fila se encontraba él como representante de HBI.
Mendoza, nacido en Villanueva, Cortés, al norte de Honduras, se ganó el honor de recibir el premio porque, como gerente de Responsabilidad Social de la empresa maquiladora en El Salvador, fue el diseñador de un programa para hacer más agradable el ambiente a los niños en escuelas públicas de Honduras y del vecino país.
No solamente diseñó el programa sino también lo implementó a través de los empleados de la maquiladora, quienes sacrificaron la hora de su almuerzo para impartir clases sobre diferentes tópicos, en escuelas cercanas a su centro de trabajo.
En el programa “Mi Escuela, Mi Espacio”, colaboran la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la organización no gubernamental Glasswing International que capacita a voluntarios de la empresa Hanes Brands, quienes son los verdaderos héroes de esta iniciativa, dijo Mendoza.
El príncipe Felipe de Borbón como presidente honorario de la Cooperación al Desarrollo y Promoción de Actividades Asistenciales (Codespa), reconoció la contribución del sector privado y de la sociedad a la erradicación de la pobreza a través de iniciativas solidarias como la promovida por Hanes Brands.
Con estas iniciativas se espera contribuir en la prevención del crimen y la violencia así como generar en los jóvenes un mayor compromiso en la construcción de su futuro y su comunidad, expresó el príncipe durante los actos.
Antes de viajar a España, Mendoza había leído que existe cierto rechazo de algunos sectores hacia las figuras de la monarquía, pero estando allá se dio cuenta que es más grande el respeto y el cariño que los españoles le tienen al hijo del rey Juan Carlos que cualquier manifestación de inconformidad contra la realeza.
Una demostración de ese respeto pudo percibirla en el silencio sepulcral que se produjo entre los numerosos asistentes, como un preludio a la llegada del distinguido personaje. Comenta que se dio cuenta que estaba llegando el soberano cuando todos guardaron silencio en el gran salón. Después vino la ovación de pie.
El príncipe vendrá
Durante el coctel, el ejecutivo de 33 años, tuvo la oportunidad de intercambiar algunas palabras con el heredero de la corona sobre aspectos relacionado con Honduras, entre ellos lo atinente al pasado proceso electoral. El príncipe Felipe le comentó que tiene previsto visitar Honduras en enero, para asistir a los actos de la toma de posesión de Juan Orlando Hernández.
Cuando ambos posaron para los fotógrafos, el hondureño de 1.90 metros, parecía querer competir en estatura con su anfitrión quien es considerado el príncipe más alto del mundo por medir 1.97 metros. “Hoy que he regresado, todo mundo me ha hecho bromas porque al fin me encontré con una persona más alta que yo”, dice.
Orador y poeta
El éxito del programa “Mi Escuela, mi Espacio” que escogió Codespa para premiarlo a nivel internacional, radica en gran medida en el entusiasmo que pone Mendoza en el tema de la educación, alrededor de la cual giró su proyecto. “El área que más me gusta es esta porque es una de las herramientas que sirven para romper el círculo de la pobreza. Por eso trato de implementarla en los lugares en los que nuestra empresa tiene operaciones”.
Como parte del programa se mejoran las condiciones físicas de las escuelas y se incentiva a los estudiantes a desarrollar sus habilidades mediante clubes de deporte, canto, baile y arte, con el fin de que disfruten de un ambiente agradable. De esa forma se evita la deserción escolar, dijo.
Aunque le gusta más escuchar que hablar, sabe motivar con su elocuencia a los estudiantes de las escuelas beneficiadas, en temas de educación comunitaria y conservación del medio ambiente. “En la empresa se sorprenden cuando les digo que soy introvertido, porque en las exposiciones no lo aparento”.
Por algo ganó concursos de oratoria mientras cursaba su educación secundaria en la Escuela Episcopal El Buen Pastor de San Pedro Sula. También sacó a relucir su vena de poeta estudiando ingeniería industrial en la Universidad Privada, al integrar el grupo literario Los Novísimos que en el 2001 publicó el libro de poesía interiorista, Antología Poética.
Su madre Francis Martínez dice que Teddy fue un niño muy talentoso y apacible que nunca le dio problemas porque no era exigente. Aún siendo adolescente le compraba la ropa al gusto de ella, dijo.
Relató que en una ocasión, cuando vivían en Villanueva y él niño tenía solo cuatro años, lo escuchó deletrear en el periódico, la entrada de una noticia. Incrédula y asustada lo puso a que siguiera leyendo y entonces se dio cuenta que el pequeño, quien apenas comenzaba su educación preescolar, estaba en la categoría de inteligente.
Pero lo que más valora es su modestia y vocación de servicio. Esto le ha permitido al muchacho crecer en una empresa que no solo exporta ropa, sino también la reputación de ser socialmente responsable.