Tras sufrir cuadros alérgicos como resultado de picaduras de medusas en las playas de Omoa, Cortés, seis menores de edad fueron hospitalizados en San Pedro Sula.
Dos de los menores afectados se encuentran ingresados desde el pasado fin de semana en el hospital Mario Catarino Rivas, mientras que otros cuatro están bajo atención médica en el hospital regional del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Uno de los adolescentes afectados, un joven de 14 años, necesitó ser trasladado a cuidados intensivos en el IHSS debido a una reacción alérgica grave provocada por la picadura de medusa.
Actualmente, se encuentra en estado estable, siendo sometido a un monitoreo hemodinámico constante y cuidados para controlar el choque anafiláctico, que afecta la función cardiovascular.
La intensivista pediátrica del IHSS, Melissa Portillo, explicó que el joven experimentó una liberación de catecolamina como respuesta al veneno de las medusas con las que entró en contacto.
El pediatra del hospital Mario Catarino Rivas, David Mendoza, señaló que las medusas liberan una toxina que envenena la sangre y puede desencadenar reacciones en el sistema respiratorio, cardiopulmonar, renal y cutáneo, lo que conlleva a complicaciones graves en las personas afectadas.
La doctora Lorena Herrera, de la Unidad de Epidemiología del IHSS en la zona norte, explicó que la anafilaxia o shock anafiláctico resultante del contacto con medusas es un cuadro de alergia severa que se manifiesta cuando una persona es expuesta a la toxina presente en el agua infestada por estos organismos marinos.
La liberación de esta toxina al entrar en contacto con el organismo provoca una inflamación severa, tanto en la piel como a nivel interno en la vía aérea superior, lo que puede requerir asistencia mecánica para mejorar la ventilación del paciente.
La epidemióloga advirtió que un paciente con shock anafiláctico por picadura de medusa corre riesgo de vida si no recibe el tratamiento adecuado a tiempo.
Herrera hizo hincapié en la importancia de que los hondureños sean cautelosos al visitar las playas, verifiquen las condiciones del mar y supervisen a los niños y adolescentes en todo momento. La prevención y la conciencia sobre los riesgos asociados con las picaduras de medusas son esenciales para garantizar la seguridad de los bañistas en las costas hondureñas.