28/04/2024
02:32 PM

Honduras cabildeará una ley que ampare a sus 'dreamers”

Presidente Juan Orlando Hernández instruyó a embajada en Washington y la Cancillería para iniciar cabildeo.

Tegucigalpa, Honduras.

Tras la eliminación del Programa de Acción Diferida conocido como Daca, que ampara a unos 18,526 niños y jóvenes hondureños, el Gobierno de Honduras giró instrucciones a su embajada en Washington para iniciar cabildeos al más alto nivel en el Congreso de Estados Unidos a fin de buscar una legislación que ampare a estos compatriotas y evitar su inminente deportación.

Así lo informó ayer a LA PRENSA el secretario coordinador general del Gobierno Jorge Ramón Hernández Alcerro, quien aseveró que las instrucciones del presidente Juan Orlando Hernández son apoyar a estos connacionales que se encuentran protegidos por ese programa migratorio.

“El presidente Hernández, en cuanto supo de la noticia giró instrucciones para que la embajada de Honduras en Washington haga todos los esfuerzos necesarios dentro del Congreso de Estados Unidos para lograr una legislación que ampare a los soñadores”, dijo Hernández Alcerro.

Asimismo, dijo que se han girado instrucciones precisas a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que aúne esfuerzos con otros países que tienen también a ciudadanos en la misma condición para poder hacer un cabildeo conjunto en las diferentes esferas políticas Washington.

En un comunicado, la Cancillería confirmó que mediante la embajada en Washington se realizarán acercamientos en el Congreso y Senado de Estados Unidos con el fin de pedir la protección para estos compatriotas y solicitar mediante una carta oficial pedir la reconsideración de mantener vigente el Daca

Por su parte, María Andrea Matamoros, subsecretaria de Asuntos Consulares y Migratorios de la Cancillería, informó a LA PRENSA que se ha puesto a disposición toda la red consular en Estados Unidos para apoyar y asesorar a todos los compatriotas amparados en Daca o cualquier otro programa migratorio.

Recordó que tanto el Daca como el Dapa (Programa de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Legales) se encontraba en suspenso desde hace dos años y su eliminación era casi un hecho.

Ante eso, dijo que la Cancillería ha venido haciendo un llamamiento permanente a todos los hondureños para que se aboquen a la red consular en Estados Unidos y poder proporcionarles asesoramiento y acompañamiento de manera particular en cada uno de sus casos.

“Entonces cualquier hondureño que requiera de apoyo o asesoramiento sobre su estatus migratorio, para eso está la red consular que hemos fortalecido, y hoy en día contamos con 11 consulados exclusivamente para atender y proteger al compatriota”, apuntó. También indicó que Honduras es el único país de la región que cuenta con un centro de protección consular en Estados Unidos, a través del cual se presta apoyo a todos sus compatriotas.

“Estamos constantemente publicando los números e información sobre el centro para que nuestros compatriotas se puedan abocar a él y nosotros poder acompañarlos y protegerlos”, aseveró.

Agregó que como Gobierno no pueden ofrecer ninguna asesoría legal, sin embargo, tienen los contactos con los abogados y bufetes y con las organizaciones de la sociedad civil que puedan acompañarlos legalmente en procesos particulares.

No está preparada

Sor Lidia de Souza, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, dijo que la información extraoficial que manejan es que la medida de Trump afectará a 38,000 dreamers hondureños, que si no logran una visa de trabajo, de estudio o residencia temporal o permanente quedan sujetos a la deportación.

“Son jóvenes, en su gran mayoría universitarios y están trabajando. El hecho de ser deportados significaría un cambio total en su nivel de vida, ya que en Honduras no encontrarían oportunidades para seguir sus estudios y tener un trabajo digno”, apuntó.

De Souza enfatizó que Honduras, como el resto de países centroamericanos, no está preparada para acoger esta población. Además, la mayoría de ellos no hablan español y ya no tienen un familiar cercano en el país.

“Las consecuencias básicamente son financieras, pero muchos más grandes son los impactos emocionales, psicológicos y sociales para los jóvenes inmigrantes”, apuntó la religiosa.