18/04/2024
02:37 PM

Hernández: ¿Cuál es la diferencia entre los narcos y los terroristas?

El mandatario Juan Orlando Hernández comparó que la violencia del terrorismo radical es similar a la que provoca el narcotráfico en los países que sirven de paso de estupefacientes.

Nueva York, Estados Unidos.

El presidente Juan Orlando Hernández propuso ayer en el seno de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la creación de una fuerza multinacional para combatir el narcotráfico y el crimen transnacional que provoca miles de muertos en Honduras, cuyo territorio es utilizado como puente para transportar la droga a Estados Unidos.

El gobernante comparó que la violencia del terrorismo radical, que llevó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a aprobar ayer mismo una resolución que obliga a sus países miembros a adoptar medidas para perseguir y procesar a los yihadistas, es similar a la que provoca el narcotráfico en los países que sirven de paso de estupefacientes.

“¿Así como lo pidió esta mañana el presidente Obama para enfrentar los fundamentalistas radicales, yo preguntó: Cuál es la diferencia entre los efectos causados por el terrorismo de los radicales fundamentalistas y el terrorismo de los que promueven el narcotráfico, cuál es la diferencia?”, cuestionó. En este orden de ideas, el Presidente hondureño exigió una responsabilidad compartida de las naciones consumidoras y concretamente de EUA, porque Honduras no produce droga ni la consume, pero pone el campo de batalla y los muertos por la violencia que provoca este fenómeno criminal en la región.

En los primeros ocho meses de 2014 Honduras registró un total de 3,367 homicidios, lo que representó un promedio de 15.2 asesinatos al día y una baja del 15.6% con respecto al mismo lapso de 2013, según datos del Gobierno.

En su discurso ante los líderes políticos que participan en la 69 asamblea de la ONU, también aprovechó para pedir un trato humanitario, digno y de respeto para miles de niños hondureños y centroamericanos detenidos en la frontera con México y que actualmente se encuentran en albergues de esta nación.

Honduras estable

Al comienzo de su alocución, Hernández recordó que en 2009 el país atravesó una de las peores crisis políticas de su historia que no solo dejó cientos de millones de dólares en pérdidas y miles de familias divididas y en extrema pobreza.

Rememoró que su plan de Gobierno por una vida mejor contempla cuatro pilares fundamentales: recuperar la paz, generar oportunidades de empleo masivo, apoyar las familias en extrema pobreza, combatir la corrupción y promover mayor transparencia en la cultura del pueblo hondureño.

En ese orden de ideas, comentó que desde hace ocho meses se ha abocado por entero a recuperar y mantener la paz y la tranquilidad, creando oportunidades con condiciones más justas para todos los hondureños.

Además: El cambio climático agudiza la pobreza, dice Juan Orlando Hernández en la ONU

“Necesitamos que más inversión llegue al país para generar empleo que se traduzca en mejores ingresos para nuestras familias”, continuó.

Con ese fin Honduras hizo una reforma a su Constitución política para crear una de las mejores plataformas en el mundo para la atracción de la inversión y empleo denominadas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (Zede).

Detalló que esta Zede no es otra más de las 3,500 que existen actualmente en el mundo, sino que el modelo de Honduras es mucho más integral porque consta de cuatro dimensiones: la legal, económica, administrativa y política.

Migración de niños

El gobernante reconoció que aún existen muchos desafíos por enfrentar como el incremento del flujo de hondureños al exterior, incluyendo la inusitada migración de niños vulnerables hacia Norteamérica, muchos sin la compañía de un adulto.

Expuso que este nuevo fenómeno es producto de la violencia que tiene sus raíces en el tránsito de droga por el territorio hondureño, en la pobreza y la falta de oportunidades.

Vea especial multimedia: Niños migrantes de Honduras

“En ese aspecto se le debe prestar especial atención sobre todo de parte de los países que tienen responsabilidad sobre este problema, bien sea porque producen la droga o porque son el mercado donde se consume”.

En ese sentido, reiteró que el abordaje de este problema requiere de una responsabilidad compartida porque el territorio hondureño se ha convertido en un campo de guerra “que no es nuestra, y que no iniciamos, y cuyas estrategias se deciden fuera de Honduras y que involucran a los países consumidores en el norte y los productores de drogas en el sur”.

Comparó que el narcotráfico es un “verdadero monstruo y un pulpo criminal multinacional” sin nacionalidad ni fronteras, ni escrúpulos, que se dedica al traslado, comercialización y consumo de droga para estimular la demanda en las sociedades más ricas. “En este tránsito por Centroamérica y Honduras termina la vida y la paz de nuestra gente, de nuestros jóvenes, niños y mujeres”, dijo.

En este punto, pidió a la concurrencia preguntarse quiénes son los verdaderos culpables de esta cadena de muerte, de desgracias, de luto, sangre y dolor.

Exhortó a los Gobiernos a ponerse de acuerdo acerca de este problema, porque no puede ser que coexistan sin llegar a conclusiones útiles y sólidas, propuestas basadas en la legalización de la producción, el tráfico y consumo ilegal de la droga y propuestas basadas en librar una guerra sin cuartel en todos los frentes sin importar el costo.

Una fuerza multinacional

Insistió que prácticamente Honduras es un país que no produce droga, pero desgraciadamente le toca poner el campo de batalla y los muertos, con un altísimo costo económico y social del Estado para combatir ese flagelo.

En ese contexto, el Presidente propuso a los asistentes la creación de una fuerza multinacional, capaz de enfrentar con éxito un fenómeno que es transnacional en su organización, mercado, proyecciones y su financiamiento.

“Vuelvo a preguntar en esta asamblea: ¿Cuál es la diferencia entre los desplazados por la violencia en otras regiones y los desplazados por la violencia generada por los traficantes de droga y el crimen organizado transnacional. Cuál es la diferencia”.

Agregó que la diferencia estriba en que estos miles de niños y familias desplazadas vienen a tocar las puertas de Estados Unidos, por consiguiente estimó que como región no se puede seguir ignorando este drama humano que afecta a miles de menores centroamericanos que en su tránsito a EUA han sido víctimas de la violencia y el crimen organizado.

“Estos niños merecen ser tratados con dignidad y respeto, se trata de víctimas inocentes, son seres humanos vulnerables”, puntualizó.

Finalmente, Hernández manifestó que Honduras está comprometida a resolver el problema de la migración infantil y la lucha contra el narcotráfico, pero si no existe un grado razonable de coherencia en las políticas comerciales para estos países, no será posible avanzar en estos temas.