El Progreso, Honduras.
La falta de financiamiento está provocando que la industria de trasformación de la madera desaparezca, en los últimos cinco años han cerrado operaciones cerca de 100 talleres en la ciudad.
“Estamos preocupados, como asociación hemos buscado ayuda financiera en los diferentes entes del Gobierno que apoyan a la microempresa, lamentablemente todo queda en promesas”, expresó Alex Amaya, presidente de la Asociación de Ebanistas y Transformadores de la Madera de El Progreso.
Hasta 2010 en la Perla del Ulúa habían 155 sitios donde se realizaba todo tipo de piezas de madera, en la actual esa organización apenas registra 60.
Amaya agregó que lamentablemente la mayoría de los dueños de esas pequeñas empresas no han tenido la facilidad para optar a un préstamo y si lo logran son asfixiados por los altos intereses, lo más fácil es dedicarse a otra actividad.
El empresario dijo que la única institución de no los deja de la mano es la Municipalidad. “Hace unos meses y por medio de la unidad de apoyo a la microempresa, el alcalde Alexander López nos dio L50,000 como capital semilla, eso resulta bastante poco para las grandes necesidades que enfrentamos”, dijo.
Cinthia Abreu, titular de la oficina de la Pequeña y Mediana Empresa de la comuna, dijo que ellos patrocinan constantes jornadas de capacitación a las personas que tienen su pequeño negocio.
“En estos momentos preparamos a un grupo de jóvenes en ebanistería y reparación de celulares”, apuntó.
La falta de financiamiento está provocando que la industria de trasformación de la madera desaparezca, en los últimos cinco años han cerrado operaciones cerca de 100 talleres en la ciudad.
“Estamos preocupados, como asociación hemos buscado ayuda financiera en los diferentes entes del Gobierno que apoyan a la microempresa, lamentablemente todo queda en promesas”, expresó Alex Amaya, presidente de la Asociación de Ebanistas y Transformadores de la Madera de El Progreso.
Hasta 2010 en la Perla del Ulúa habían 155 sitios donde se realizaba todo tipo de piezas de madera, en la actual esa organización apenas registra 60.
Amaya agregó que lamentablemente la mayoría de los dueños de esas pequeñas empresas no han tenido la facilidad para optar a un préstamo y si lo logran son asfixiados por los altos intereses, lo más fácil es dedicarse a otra actividad.
El empresario dijo que la única institución de no los deja de la mano es la Municipalidad. “Hace unos meses y por medio de la unidad de apoyo a la microempresa, el alcalde Alexander López nos dio L50,000 como capital semilla, eso resulta bastante poco para las grandes necesidades que enfrentamos”, dijo.
Cinthia Abreu, titular de la oficina de la Pequeña y Mediana Empresa de la comuna, dijo que ellos patrocinan constantes jornadas de capacitación a las personas que tienen su pequeño negocio.
“En estos momentos preparamos a un grupo de jóvenes en ebanistería y reparación de celulares”, apuntó.
