Con temor a revivir la pesadilla de años anteriores, pobladores del valle de Sula exigieron ayer a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) y a los gobiernos locales que ejecuten obras para prevenir las inundaciones durante la próxima temporada de huracanes.
Portando pancartas con mensajes como “Ya no queremos andar fuera de casa”, dirigentes de las comunidades de Baracoa, Guanchillas, Guaymas y los excampos bananeros se unieron este martes para alzar su voz en la Plaza del Obrero.
En su pronunciamiento, los representantes de las Redes de Emergencia y Solidaridad del Valle de Sula denunciaron que las inundaciones del año pasado pudieron prevenirse, pero no fueron escuchados y estas terminaron provocando sufrimiento a cientos de familias.
También señalaron que las pasadas inundaciones dejaron al descubierto la ausencia de prevención por parte del Gobierno, especialmente después de las tormentas Eta y lota.
“Los fenómenos recientes no eran para provocar desastres. Nosotros lo advertidos a lo largo de más de dos años y nadie escuchó”, manifestó José Cortés, presidente del patronato regional del sector de Guaymas.
Agregó que durante la emergencia de 2022 “prevaleció la improvisación, inexperiencia, el alboroto por la foto y el desorden”.
Acciones
Para Leonidas Elvir, poblador de los bajos de Baracoa, el tiempo de actuar es ahora. “Las autoridades deben ejecutar obras durante el verano para estar preparados cuando comiencen las lluvias”, dijo.
En ese sentido, el dirigente pidió al Gobierno central que cree un plan de emergencia para no cometer errores del pasado, “como la improvisación y la mala distribución de los recursos”.
Por su parte, Venancio Bonilla, poblador de Guanchías, reconoció que algunas municipalidades han empleado esfuerzos para reparar los bordos de contención, pero solo en el municipio de El Progreso hay más nueve kilómetros de bordo que continúan dañados.
De acuerdo con el informe proporcionado por las Redes de Emergencia, las zonas afectadas que aún no han sido atendidas son las comunidades de Finca 9, Finca 11, El Pantano, Nuevo Esfuerzo, La Compuerta, Pajuiles, Caimitos, Guaymón, Pavón Dos, La Fragua, Mocula, Campo Amapa, Río Chiquito, Soberanos del Norte, Las Chumbas y Las Cuchillas.Tanto Bonilla como sus compañeros reconocen que los bordos son importantes, pero considera que para que sean efectivos la SIT debe garantizar que la construcción sea de calidad y pueda soportar el embate de los ríos Ulúa y Chamelecón.
También destacan que la reconstrucción de bordos debe ir de la mano del dragado de los canales de alivio y de estos dos ríos, cuya capacidad hidráulica disminuyó considerablemente desde el paso de las tormentas Eta y Iota.
En respuesta al pronunciamiento de Redes-vs, el gerente general de la Municipalidad de El Progreso, Yoro, Roberto Zelaya, indicó que continúan trabajando en la disminución de riesgo con la reconstrucción de bordos.
A la vez que recordó que la reconstrucción de bordos y la ejecución de obras de mitigación le competen a instituciones del Gobierno central como la SIT y el Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhis).
Mientras que Esteban Elvir, un agricultor de 89 años que reside en los bajos de Baracoa, reclamó a los diputados del Valle de Sula su falta de participación y apoyo a las personas afectadas.
“No sé qué les pasa que no se presentan cuando hay problemas, son pocos los diputados que se han pronunciado, el pueblo los ha colocado donde están así que queremos verlos trabajando junto a nosotros”, manifestó.
Elvir añadió que en el sector de El Boquerón el agua ya está socavando los bordos que se reconstruyeron, por lo que teme por su vida, la de su familia y sus cultivos.
