Alba Luz Varela no podía contener sus lágrimas, lloraba al mismo tiempo que se le dibujaba una sonrisa. Después de más de un mes sin ver a su hijo, al fin vuelve a casa.
“Estoy admirada, Dios toca los corazones”, expresó la joven de 28 años que permanecía interna en el hospital Mario Rivas por ser una persona dependiente del oxígeno.
A pesar de que le diagnosticaron hipertensión pulmonar severa e insuficiencia cardiaca, nunca perdió la fe de salir del centro asistencial y abrazar a su hijo.
La historia de esta joven fue publicada en las páginas de LA PRENSA la semana anterior. La respuesta de los hondureños fue inmediata.
Para darle de alta, su familia tenía que tener oxígeno en casa, pero su esposo Nahúm Alfredo León no tiene los recursos económicos para continuar con el tratamiento de su esposa. Ellos, desesperados, confiaron en la solidaridad de los hondureños que quedó evidenciada en esta historia.
Múltiples donaciones
A la pareja le donaron un chimbo de oxígeno portátil que Alba Luz podrá utilizar cuando tenga que movilizarse de su casa, ubicada en Cofradía, a sus citas al Mario Rivas.
El equipo lo envió un médico de La Ceiba el mismo día que lleyó la historia. Él pidió el anonimato. Las donaciones continuaron llegando.
“El gerente de la empresa YKK Honduras me llamó, me dijo que fuera y me llevaron a comprar la máquina ese mismo día”, expresó agradecido el esposo de Alba Luz. Esta máquina y todo el equipo tiene un costo aproximado de 35 mil lempiras.
La última donación la recibieron el pasado viernes. Un ciudadano progreseño llamó al celular de Nahúm y le ofreció un chimbo grande de oxígeno.
“Este nos servirá para cuando se vaya la energía y no podamos poner la máquina. Ya tiene hasta para ir a la playa”, dijo el esposo con notable felicidad.
La familia agradeció el apoyo que ha recibido. “Estoy feliz, mi hijo me preguntaba dónde están y cuando volvía”, manifestó Alba Luz, quien fue dada de alta durante el fin de semana.
Los males
Su historial de enfermedades empezó durante la adolescencia. Recuerda que cuando tenía 14 años padeció de tuberculosis, empezó tratamiento, pero no lo pudo terminar. A los meses desarrolló asma.
Los médicos del Rivas tienen un pronóstico reservado. “No hay cura alguna para las enfermedades ya mencionadas, por lo tanto la paciente tendrá una calidad de vida deficiente, presenta un soplo en el corazón grado 3. No tolera mantenerse acostada, debe mantenerse siempre en reposo ...”, dice el documento médico.
Si desea ayudar a esta pareja puede hacerlo a través de la cuenta 2324064045 de Ficohsa.