Tegucigalpa, Honduras
Enrique Tolentino puede mover pequeños objetos metálicos sin necesidad de tocarlos con los dedos. Lo que no saben muchas de las personas que ven a este hombre hacer eso, es que bajo la piel de la yema de sus dedos, él mismo se ha introducido fragmentos de imán que ya forman parte de su cuerpo.
También tiene dos aros expansores incrustrados en los lóbulos de ambas orejas, un taco de silicona metido bajo su labio inferior y tatuajes en todo su cuerpo. Como experto en modificar y perforar el cuerpo humano, Tolentino predica con el ejemplo para motivar a sus clientes de su negocio San Pedro Ink a que se atrevan a romper algunos prejuicios y darle a su fisonomía un toque que dure toda la vida.
Lo que no ha hecho todavía para él es partirse la lengua o inyectarse tinta en los ojos a fin de cambiarles el color en forma permanente, pero ya tiene clientes que lucen orgullosos esta modificación.
Uno de esos clientes es Eliel Morales, quien aceptó someterse al tratamiento, pese al riesgo que esto implica, como lo admite el mismo Tolentino. Por eso no da detalles sobre esta técnica porque de repente puede haber alguien que quiera hacerlo por su cuenta y exponer su vista. Solamente reveló que el procedimiento no es doloroso y consiste en inyectar en el tejido blanco del ojo, la tinta diluida con “algo secreto” para colorearlo al gusto del cliente.
Hay unas diez personas en San Pedro Sula que ya se hicieron el tratamiento, una de ellas prefirió el color negro para uniformar todo el ojo con su córnea que también es negra, de tal forma que “pareciera que te está viendo un extraterrestre”.
Aparte de esto el cliente pidió que le hicieran las orejas puntiagudas hacia arriba como las de los vampiros y le partieran la lengua en forma transversal para que le quedara bífida. Por el raro aspecto que ahora tiene le dicen El Vampiro.
Figuras bajo la piel
En cuanto a los implantes que se hacen bajo de la piel, Tolentino explicó que muchos de estos son figuras de silicona u otros materiales que, una vez incrustados, resaltan como molduras cutáneas decorativas.
La silicona usada es mucho más dura que la que emplean los cirujanos plásticos para agrandar el seno de las mujeres. Tolentino también usa titanio o acero quirúrgico, que son más caros que la silicona, para hacer estos implantes, los cuales pueden además simular pequeños cachos si se hacen en la frente.
Chibolitas, corset y tatuajes Una de las modificaciones que actualmente tiene mayor demanda entre los hombres es el implante de chibolitas en el pene para ayudar a la estimulación sexual de su pareja, dijo.
Por otra parte, hay quienes llegan adonde Tolentino a que les haga extrañas modificaciones que requieren mucho valor, como una muchacha que le pidió que le hiciera un corset con argollas agarradas de la piel para entrelazar cintas en la espalda, solamente para tomarse fotografías. Esta es una técnica conocida como play piercing que sirve para lucirla solo en eventos especiales o en una sesión de fotografías porque no puede quedarse en el cuerpo en forma permanente, explicó.
De tatuajes ni hablar. En el negocio de Tolentino hay dos expertos que satisfacen los más extraños caprichos de la clientela, como los que ilustran estas páginas.
Dicen los diseñadores de la piel que ahora no son los pandilleros los que se tatúan, sino doctores, jueces, deportistas y hasta policías que lo ven como obras de arte ocultas bajo su vestimenta.
