26/04/2024
06:45 AM

Epidemiología: San Pedro Sula ya tiene casos de chikungunya

El Rivas ya recibió 44 personas que sufren la enfermedad. Uno está grave.

San Pedro Sula, Honduras.

La ciudad ya tiene casos de chikungunya. Los esfuerzos que se hicieron en todas las regionales de Salud a nivel nacional tuvieron un límite.

San Pedro Sula es una de las ciudades que definió más estrategias de prevención mediante campañas de limpieza y fumigación, constantes monitoreos y campañas para concienciar a la ciudadanía.

Aunque no se han recibido los resultados de las muestras enviadas al Centro para el Control de Enfermedades (CDC), en Atlanta, las autoridades se atreven -desde el punto de vista clínico- a confirmar la existencia de casos a razón de la sintomatología que se presenta.

“Hay presencia del vector transmisor de la enfermedad y el 100% de la población es susceptible a adquirirla, principalmente porque es algo nuevo a lo que no hemos estado expuestos.

Por eso, nuestros cuerpos no han creado defensas o inmunidad contra ella”, afirmó Daysi Suazo, epidemióloga de la regional de Salud. “Clínicamente, podríamos confirmar que hay casos. Los pacientes vienen con fiebre, dolores musculares, las laceraciones en la piel son más pronunciadas y se presentan más rápido que cuando es dengue”, agregó.

Los afectados

Jessica Pérez, vocera del hospital Mario Catarino Rivas, indicó a LA PRENSA que de noviembre a la fecha unas 44 personas recibieron tratamiento por padecer chikungunya.

De ese número, 43 de manera ambulatoria (son atendidos y se van a casa) y uno está interno por gravedad.

Para evitar que esto se convierta en una epidemia, los especialistas de Salud piden la colaboración de los sampedranos.

“Hay campañas de fumigación y limpieza, pero es necesario que los ciudadanos hagan lo suyo.

El personal que tenemos no es suficiente para abarcar tan rápido como quisiéramos toda la ciudad y tampoco es solo responsabilidad de la Municipalidad. Las familias deben destruir los criaderos de manera urgente”, recalcó la epidemióloga.

Foto: La Prensa