Tegucigalpa. La aparente disputa en torno a la isla Conejo fue generada por el propio Gobierno de El Salvador, país donde el tema se ha vuelto el centro de la campaña política.
Así lo aseguró ayer el presidente Porfirio Lobo, quien aseguró que enviará un mapa a su homólogo de El Salvador, Mauricio Funes, para que vea “claramente” que la isla Conejo le pertenece a Honduras.
El mandatario cuestionó que los reclamos salvadoreños sobre el islote son para justificar la compra de aviones de guerra y mejorar la popularidad del gobernante del vecino país.
Lobo reaccionó sobre el particular luego de que el pasado miércoles el presidente de El Salvador y su ministro de Defensa, David Munguía Payés, consideraran a Honduras como una amenaza por la capacidad de sus Fuerzas Armadas, que actualmente ejercen la soberanía en la isla Conejo.
“Le haré llegar con anticipación un mapa al presidente Funes sobre el tema del golfo donde se mira claramente por qué razón no estuvo en disputa cuando la Corte Internacional de La Haya declara como propia del territorio hondureño esta isla”, dijo Lobo en declaraciones a HRN.
El titular del Ejecutivo sostuvo que todos saben que El Salvador está en campaña electoral y recordó que quien levantó el tema de isla Conejo fue el presidente Mauricio Funes, “¿por qué razón? No será que ha habido una caída en la popularidad y se esté usando el tema electoralmente”, se preguntó.
“Uno sabe cuándo se va desgastando en el poder y esas cosas se deben aceptar y no poner en riesgo algo tan fundamental como la convivencia pacífica y armónica y seguir esa ruta de fortalecer la unidad centroamericana”.
Lobo afirmó que existen “dos aspectos: la aprobación del Congreso salvadoreño sobre los aviones o el tema electoral y que en cierto momento, cuando un Presidente se siente que va perdiendo popularidad, agarra temas como estos, que no son lógicos”.
Los reclamos salvadoreños sobre isla Conejo se reactivaron el pasado 1 de septiembre luego de que autoridades de las Fuerzas Armadas y de la Secretaría de Defensa izaron la Bandera de Honduras en un acto en la antesala de las fiestas patrias.
La acción hondureña generó diversas reacciones dentro del Gobierno salvadoreño, que históricamente ha pretendido el islote pese a que este nunca estuvo en disputa.
