El próximo martes 25 de septiembre, el Congreso Nacional reanudará la discusión de la reforma de la Ley del Impuesto sobre la Renta, ISR, con la que se pretende equiparar el cobro de acuerdo con las leyes tributarias de la región.
Pese a que el Congreso entró en receso, el presidente Juan Orlando Hernández convocó para el próximo martes con el fin de aprobar esa polémica reforma. Hubo un primer debate la semana pasada; no obstante, fue suspendida en vista de que varios congresistas consideran que las medidas impactarán negativamente en la población.
Diputados de todas las bancadas reaccionaron indignados el miércoles anterior, cuando intempestivamente les entregaron un dictamen para reformar al artículo 5 de la Ley del Impuesto sobre la Renta que tiene como fin aumentar de 10 a 25% los tributos a las personas naturales o jurídicas que tengan ingresos provenientes de fuentes hondureñas no residentes o no domiciliados en el país.
Los diputados le reclamaron a la directiva dominada por congresistas del Partido Nacional que un tema de tanta importancia no se abordaba abruptamente, ni mucho menos en un solo debate como se pretendía.
El incremento del 15% va dirigido a los ingresos provenientes de la renta de bienes muebles o inmuebles, las regalías de las operaciones de minas, canteras y otros recursos naturales.
Igualmente, a los sueldos, salarios y comisiones o cualquier otra compensación por servicios prestados, ya sea dentro del territorio nacional o fuera, excluidas las remesas familiares.
El otro renglón son las regalías y otras sumas pagadas por el uso de patentes, diseños, procedimientos y fórmulas secretas, marcas de fábrica y derechos de autor.