Las festividades de Navidad y Año Nuevo ya terminaron, pero las víctimas por quema de pólvora en estas celebraciones continúan llegando al hospital Mario Rivas.
Ayer dos pequeños se sumaron a la lista de quemados por el uso de materiales explosivos. Ya suman diez.
Los menores son José Iraeta, de 8 años, quien sufrió quemaduras de segundo grado en sus dos muslos. El pequeño es originario de la aldea Mata de Plátano, municipio de Macuelizo, Santa Bárbara.
El menor se quemó con unos cohetillos que según él andaba en la bolsa del pantalón. Rosa Delia Rivas, prima de la madre del infante y única persona que acompaña al niño, contó que José estaba jugando con otros y que los explosivos los andaba en la bolsa cuando le calló una chispa producto de otra detonación y el pantalón le agarró fuego.
'Gracias a Dios que en ese momento había carro y lo pudimos traer al hospital rápido', manifestó Rivas.
Otra víctima
Darlin Lara, 12 años, es otra víctima que ingresó al principal centro de atenciones hospitalarias de la zona noroccidental, el Mario Rivas, por quema de material explosivo.
El menor también padece quemaduras de segundo grado en la pierna derecha ocasionadas por un volcán.
El estado de salud del pequeño es estable, según lo médicos de la sala de niños quemados del Mario Rivas.
Ayer, a Darlin se le realizó una limpieza cutánea en el área afectada.
'Su estado es estable; se le está aplicando crema dermatológica en el área, además de antibióticos. La limpieza realizada es para quitarle piel muerta', manifestó la médica interna Grissel Rivera.
El director del hospital, Juan Carlos Zúniga, lamentó que en estas celebraciones el número de quemados aumentara, a pesar de las campañas realizadas.
'La meta era cero quemados, pero lastimosamente se incrementaron', dijo el galeno.
