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Domésticas en Honduras sin seguridad social y sin salario regulado

  • 03 marzo 2019 /

El Código del Trabajo también las excluye del pago de dos aguinaldos anuales. Una ley que reivindica algunos derechos ya fue aprobada en primer debate.

    Tegucigalpa, Honduras

    Exceso de trabajo, exiguos salarios, maltrato, discriminación, falta de derechos laborales y trabas para que estudien son, entre otros, parte de los principales problemas que enfrenta la mayoría de mujeres que se dedican al trabajo doméstico en Honduras. Por supuesto, hay excepciones.

    NORMATIVA
    EL código del trabajo es considerado anacrónico. Al trabajo de las domésticas no se aplican las disposiciones sobre días de descanso, feriados o de fiesta nacional. Gozan de un descanso absoluto de diez horas diarias, de las cuales al menos ocho deben ser nocturnas, pero no siempre se cumplen.

    Nacha, muchacha, mucama, criada, gata y sirvienta son algunos de los calificativos despectivos y discriminatorios que reciben a diario miles de mujeres de este sector que con su trabajo aportan riqueza a la economía nacional.

    “Nunca hemos sido sirvientas, siempre hemos sido trabajadoras domésticas”, expresó con orgullo en una entrevista a LA PRENSA Gabriela Pineda, empleada de servicio y miembro de la comisión política de la Red de Empleadas Domésticas de Francisco Morazán.

    “Es inhumana la condición en que trabajamos, no tenemos ninguna protección”, expresó la joven.

    “Usted no sabe, pero somos víctimas hasta de violencia sexual, porque los patrones nos creen menos”, relató Pineda, al tiempo que pidió a los diputados aprobar una ley que las proteja.

    Pineda agregó que la información sobre las condiciones en que trabajan las conocen durante días de descanso cuando las empleadas se encuentran y comparten sus amargas experiencias.

    Uno de los frenos que les ponen sus patrones, según la joven, es la limitación a estudiar, y citó el caso que en la capital el instituto Irene Reyes Valanzuela les abre las puertas gratis dos días a la semana, pero muy pocas tienen el privilegio de cultivarse.

    También mencionó que aunque en 2008 se aprobó un decreto para que sus empleadores las inscribieran en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de manera voluntaria, ellas hicieron averiguaciones y solo dos compañeras fueron afiliadas a lo largo de estos años.

    Lamentó la indiferencia de los patrones a pesar de que el pago que exige la ley para que ellas gocen de seguridad social es de apenas 2,519 lempiras al año, aunque el servicio está limitado a la atención de consulta general y ginecología.

    3,000 lempiras devenga de salario promedio una empleada doméstica bajo la modalidad de dormida adentro, según un estudio reciente.

    Sin salario mínimo

    Este segmento laboral de mujeres sobre quienes no hay estadísticas oficiales labora sin la protección de una ley que les garantice el pago de un salario mínimo y el servicio de seguridad social.

    4,000
    lempiras es el salario más recurrente que ganan las empleadas domésticas en Honduras que trabajan bajo el esquema de dormida afuera.

    El Código del Trabajo hondureño tipifica que el trabajo doméstico está excluido de la seguridad social, y ni siquiera regula de alguna manera el salario que deben recibir las personas que trabajan en este sector.

    El tema de las empleadas domésticas ha tomado relevancia mundial en las últimas semanas a raíz del éxito de la película Roma, del director mexicano Alfonso Cuarón, que se ganó las mejores críticas de cine a nivel mundial.

    El centro de la película es una empleada doméstica llamada Cleo, que encarna la novata actriz Yalizta Aparicio, miembro del grupo indígena mexicano los mixtecos, que habita en los estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero.

    La película fue nominada a 10 premios Óscar, pero al final solo ganó el de mejor director, mejor película extranjera y mejor fotografía. Cleo es el balance de una familia que sufre desintegración por la ausencia del hombre de la casa.

    Pero pese al éxito de la película y el papel de Yalitza, esta ha sido víctima de críticas discriminatorias por parte de actrices mexicanas.

    códigos del trabajo

    Honduras
    El artículo 155 señala que los patrones deben dar oportunidad de asistir a la escuela a sus empleadas. El 156 exige el pago de vacaciones remuneradas.

    NICARAGUA
    LA RETRIBUCIÓN del trabajador del servicio doméstico comprende el pago de dinero, alimentos y una habitación. Estos dos últimos representan 50% del salario.

    EL SALVADOR

    LA LEY NO FIJA un monto mínimo de retribución por las tareas domésticas. Igual que el resto de países establece que el salario incluye alimentos y un hospedaje digno.

    GUATEMALA
    LOS SALARIOS deben ser pagados en efectivo; sin embargo, solo una parte limitada de los salarios pueden ser en especie. Se exige la celebración de un contrato escrito.

    Sin marco normativo

    En Honduras, las domésticas también están lejos de recibir el decimotercero y decimocuarto mes de salario, que se pagan en junio y diciembre de cada año, a menos que sus patrones se los den de manera voluntaria o negocien este beneficio cuando acuerdan un contrato de trabajo, ya sea escrito o verbal.

    Las violaciones contra las mujeres que ejercen esta actividad tampoco cuentan con un sistema oficial de recepción de denuncias y mucho menos con la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que exige garantías mínimas en el desempeño de sus funciones.

    Para saber
    Entre 200 y 300 lempiras le pagan a una trabajadora cuando labora solamente un día a la semana.

    En opinión del exministro del Trabajo German Leitzelar, este sector quedó excluido del Código del Trabajo porque toda la normativa se desarrolló bajo el concepto de la lucha de clases y se orientó hacia las obligaciones que debían tener las empresas dedicadas a la prestación de bienes y servicios con fines de lucro.

    En ese momento, explicó el experto en temas laborales, el empleo doméstico no estaba conceptualizado bajo la misma visión para los que trabajaban en empresas productivas.

    Leitzelar relató que a lo largo de los años se han hecho varios intentos por regularizar el trabajo doméstico, pero existen muchos temores de diversos actores.

    Proyectos de ley

    Una de las esperanzas de las trabajadoras del hogar es un proyecto de ley presentado por la actual diputada nacionalista de El Paraíso Sara Medina que ya fue aprobado en uno de los tres debates que manda el reglamento del Poder Legislativo. La iniciativa de ley de Medina tampoco plantea la fijación de un salario mínimo.

    Según el proyecto, el salario lo determinaría la Secretaría del Trabajo a través de un esquema que quedaría estipulado en la ley. El proyecto de la parlamentaria recomienda garantizar un sistema que permita que las empleadas domésticas sean inscritas obligatoriamente en un sistema de salud.

    En los últimos años, las trabajadoras domésticas han ido creando estructuras de organización y actualmente reciben el apoyo para ese proyecto del Centro de Estudio de la Mujer-Honduras (Cem-H) y de la organización Brucke Le Pont.

    Hallazgos de un estudio

    El mes anterior, la Red de Empleadas Domésticas presentó el estudio Trabajadoras domésticas remuneradas, las que mueven al mundo desde la invisibilidad.

    El estudio, que en el caso de la capital hondureña se realizó en cinco residenciales de alto perfil económico, revela las condiciones inhumanas en que trabaja la mayoría de ellas.

    La investigación tuvo como escenarios las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, que es donde más demanda hay de este servicio.

    Nueva ley del IHSS garantiza la afiliación de trabajadoras
    La Ley Marco de Seguridad Social ordena que dentro de la ley del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que se aprobará en su momento en el Congreso Nacional, se deben incorporar mecanismos y programas especiales que garanticen la atención médica en todos los niveles para las empleadas domésticas, independientemente de la modalidad en que trabajen.

    En esta ley, explicó uno de los interventores del Seguro Social, se desarrollará el concepto del monotributo, que es una especie de impuesto que pagarán las personas que se dedican a diversas actividades económicas.

    Ese monotributo, cuya conceptualización y detalles está por definirse, se deberá pagar al Servicio de Administración de Rentas (SAR).

    Este esquema permitirá que las personas que no tengan patrono se inscriban al sistema de seguridad social, especialmente las del sector informal que tienen su propio negocio.

    En el proyecto de ley que ya está en poder del Congreso Nacional se propone que la incorporación de las empleadas domésticas debe ser de manera gradual hasta lograr la universalización de servicios para ellas y miembros de su familia.

    Para determinar el monto que cotizarán se hará un estudio actuarial con base en los ingresos de los beneficiarios.

    Hace diez años, el Gobierno hondureño aprobó un decreto que establece la incorporación de las domésticas a la seguridad social de manera voluntaria, pero no tuvo éxito ya que no es de carácter coercitivo.