26/04/2024
12:56 AM

El COVID-19 amenaza con diezmar pueblos indígenas

Se reportan decenas de casos positivos en aldeas lencas y garífunas Líderes locales advierten de una situación “dantesca y dramática” si no se toman medidas y se les atiende.

INTIBUCÁ.

El descubrimiento y la conquista española trajo consigo enfermedades desconocidas que diezmaron a una gran parte de los indígenas locales. Hoy, cinco siglos después, una nueva y mortal enfermedad, el COVID-19, amenaza con exterminar a la población étnica de Honduras que sufre de un histórico atraso y abandono gubernamental.

Particularmente la etnia lenca de los departamentos de Intibucá y Lempira ya experimenta las secuelas de esta virulenta patología, que se ha diseminado como pólvora en varias aldeas del sector, debido a las precarias condiciones de vida de su gente y los inexistentes servicios de salud, especialmente en las aldeas más remotas.

Para el caso, la autóctona aldea de Santa Catarina en el municipio de La Esperanza, Intibucá, es una de la más golpeadas por el virus, puesto que a la fecha se reportan al menos 12 pacientes positivos de COVID-19, sin contar los casos sospechosos y asintomáticos que rondarían los 300, según datos ofrecidos a LA PRENSA por líderes locales.

8 etnias
Habitan ancestralmente el territorio hondureño, siendo las principales la Lenca, Tolupán, Maya Chortí, Pech, Garífuna, Nahuas, Tawahka y Misquito.
La transmisión del virus llegó desde afuera. Los compradores de papa, tradicional fuente alimenticia y de ingresos de los aldeanos lencas, llevaron la enfermedad desde San Pedro Sula y otros municipios del Valle de Sula, donde este producto es comercializado. A raíz de esta situación la zona se encuentra aislada y bajo estricta vigilancia policial y militar.

Los aldeanos han montado retenes en las principales vías de acceso para evitar el ingreso y salida de personas, según pudo constatar un equipo periodístico de LA PRENSA que ayer visitó el lugar. Los lencas representan el núcleo aborigen de mayor relevancia después de los mayas y han habitado ancestralmente tierras en Francisco Morazán, Comayagua, parte de Cortés, Lempira, Intibucá, Copán, La Paz, Valle y Choluteca.

Drama humano

Salvador Zúniga, líder de la Coordinadora Indígena del Poder Popular de Honduras, exteriorizó a LA PRENSA su profunda preocupación por el hecho de que una sobresaturación de casos de COVID-19 puede desencadenar una situación “dantesca y dramática” en las comunidades lencas debido a que enfrentan problemas de desnutrición, diarreas y enfermedades respiratorias recurrentes.

Zúniga confirmó que el principal foco de contagio se concentra en Santa Catarina, en donde oficialmente han dado positivo 12 personas de la localidad, pero dijo que el número podría superar los 30 contagios.

Aseguró que esto representa una alta vulnerabilidad considerando que no existe cobertura de las unidades de salud en las comunidades indígenas y eso hace que no exista un trabajo permanente en torno a las medidas sanitarias básicas.

Foto: La Prensa


22 contagios positivos se reportan en los departamentos de Intibucá, Lempira y Copán en el occidente de Honduras, en donde habita gran parte de la etnia lenca.
“Hay un impacto de enfermedades respiratorias agudas y por otra parte la pobreza genera mayor vulnerabilidad; por ejemplo, la gente cocina con leña y la mayor parte de las mujeres tienen problemas pulmonares debido a la acumulación de humo, y por otra parte están las enfermedades gastrointestinales que golpean a los indígenas, lo que genera sistemas inmunológicos debilitados”, apuntó.

Además, Zúniga dijo que impera la falta de pertinencia cultural y lingüística de algunos servicios que llegan a la zona, lo que provoca que la gente indígena no pueda comprender a profundidad lo que implica la pandemia y sus graves riesgos, ya que lo perciben como algo abstracto.

Foto: La Prensa

227 mil indígenas habitan en el país, según la Secretaría de Desarrollo, pero la cifra es mucho mayor.
También afirmó que la pobreza extrema impide que los aldeanos tengan acceso al gel, alcohol esterilizante, guantes y mascarillas que permitan aplicar las medidas de bioseguridad básicas.

Explicó que el comercio de papa y la interacción entre productores, compradores y vendedores generaron una cadena de contagios que en este momento se cuentan por cientos en la región.

“Hay 12 casos oficialmente confirmados, pero en la cadena epidemiológica hay centenares de personas afectadas y hay un contagio silencioso por jóvenes asintomáticos”, alertó el dirigente indígena.

Un mayor contagio en las etnias puede provocar cuadros dantescos y dramáticos.

Salvador Zúniga, líder indígena
Asimismo, advirtió que la seguridad alimentaria y la microeconomía de las comunidades lencas se han visto seriamente golpeadas por las medidas de confinamiento ordenadas por el Gobierno.

Frente a ese panorama y para evitar un drama humano en las comunidades, Zúniga planteó al Gobierno la aplicación masiva de pruebas PCR, la provisión de alimentos e insumos de bioseguridad, ampliar los cercos epidemiológicos, instalar un laboratorio de virología y fortalecer los servicios de salud con pertinencia cultural y lingüística.

Garífunas golpeados

A este grupo étnico vulnerable se suman las comunidades garífunas en donde ya se reportan varios contagios, especialmente en el departamento de Colón con 33 casos positivos. En Santa Fe, una tradicional y costera comunidad garífuna, se registran a la fecha 15 contagios positivos de coronavirus. El doctor Suammy Bermúdez, quien lidera un grupo de médicos de esta etnia egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba (Elam), informó a LA PRENSA que se está trabajando en una serie de acciones para mitigar los efectos de la pandemia en sus poblados.

Bermúdez indicó que históricamente ha habido una débil cobertura y respuesta sanitaria en estas comunidades y un limitado acceso a los medicamentos, por lo que se está impulsando simultáneamente el uso de la medicina tradicional con una base científica para que sirva como medida preventiva para mejorar la respuesta inmunológica de las comunidades.

Foto: La Prensa

“En los garífunas hay una alta vulnerabilidad por sufrir otras enfermedades”: Suammy Bermúdez, médico garífuna.
Dijo que el pueblo garífuna es muy vulnerable al COVID-19, dado que una buena parte de la población padece de diabetes, hipertensión y otras enfermedades concomitantes.

En ese contexto, mencionó que ya cuentan con un manual de medicina tradicional garífuna que se elaboró con motivo de la pandemia. “Con esto pretendemos que cuando la pandemia llegue la respuesta inmunológica de cada individuo esté fortalecida y no tengamos una mortalidad alta”, dijo.

El galeno pidió al Gobierno apoyo crediticio para los pequeños negocios y para las familias que dependen de las remesas y de la actividad pesquera y turística.

Foto: La Prensa