El Progreso, Honduras.
Gloria Contreras nunca se imaginó que después de que un siniestro convirtiera en cenizas su vivienda, nuevamente tendría un techo digno.
El pasado 18 de marzo vio cómo el fuego destruyó la casa que había construido con mucho esfuerzo y donde habitaba con sus nietos en la colonia Fátima, El Progreso. Lo mismo les ocurrió a sus vecinas Rosa Fermina Rodríguez y Gloria Miranda.
Las tres damas que se ganan la vida lavando ropa y haciendo tortillas para vender quedaron en la calle supuestamente por un cortocircuito.
Inversión
La tragedia de las tres familias fue conocida por la Corporación Municipal, que de inmediato y por medio del programa Brazo Solidario, patrocinado por la comuna, aprobó de manera urgente L200,000 para el comienzo de las obras que culminaron la semana anterior con la entrega a los damnificados por el fuego.
El viernes fue de regocijo para esas familias y pobladores de la colonia. El alcalde Alexander López y otros integrantes de la Municipalidad se presentaron para cortar la cinta en la inauguración de l os inmuebles de concreto.
Antes habitaban en casas de madera vieja y pedazos de lámina.
“Gracias a Dios hay personas de gran corazón. Somos pobres y era difícil edificar nuevamente la casa”, expresó Contreras mientras le rodaba una lágrima por la mejilla. A veces se reía.
Persisten las necesidades
Alexander López, alcalde de El Progreso, refirió que 63 han sido beneficiadas con la construcción de casas.
“El proyecto se desarrolla con fondos municipales. Hemos visto la necesidad de una buena cantidad de progreseños que viven en condiciones infrahumanas.
Tratamos de darles una mano para mejorar sus condiciones de vida, más cuando sus integrantes son numerosos”, concluyó el jefe edilicio.
Gloria Contreras nunca se imaginó que después de que un siniestro convirtiera en cenizas su vivienda, nuevamente tendría un techo digno.
El pasado 18 de marzo vio cómo el fuego destruyó la casa que había construido con mucho esfuerzo y donde habitaba con sus nietos en la colonia Fátima, El Progreso. Lo mismo les ocurrió a sus vecinas Rosa Fermina Rodríguez y Gloria Miranda.
Las tres damas que se ganan la vida lavando ropa y haciendo tortillas para vender quedaron en la calle supuestamente por un cortocircuito.
Inversión
La tragedia de las tres familias fue conocida por la Corporación Municipal, que de inmediato y por medio del programa Brazo Solidario, patrocinado por la comuna, aprobó de manera urgente L200,000 para el comienzo de las obras que culminaron la semana anterior con la entrega a los damnificados por el fuego.
El viernes fue de regocijo para esas familias y pobladores de la colonia. El alcalde Alexander López y otros integrantes de la Municipalidad se presentaron para cortar la cinta en la inauguración de l os inmuebles de concreto.
Antes habitaban en casas de madera vieja y pedazos de lámina.
“Gracias a Dios hay personas de gran corazón. Somos pobres y era difícil edificar nuevamente la casa”, expresó Contreras mientras le rodaba una lágrima por la mejilla. A veces se reía.
Persisten las necesidades
Alexander López, alcalde de El Progreso, refirió que 63 han sido beneficiadas con la construcción de casas.
“El proyecto se desarrolla con fondos municipales. Hemos visto la necesidad de una buena cantidad de progreseños que viven en condiciones infrahumanas.
Tratamos de darles una mano para mejorar sus condiciones de vida, más cuando sus integrantes son numerosos”, concluyó el jefe edilicio.