Ellos también son mundialistas. Clasificaron por el esfuerzo que ponen para alejarse de un mundo que lo único que les ofrece son drogas, abusos y maltratos.
Kaká, Cristiano Ronaldo y David Beckham son su máxima inspiración. Toma la pelota “El chele” Cristian, le da un puntapié, se la pasa a su compañero Luis, éste la pasa a “La ardillita”, Danny remata, la pelota entra y ¡goooool!
Hay abrazos y gritos de celebración. Así cada tarde, más de 20 niños de la calle se dan cita en la cancha ubicada en las afueras del Estadio Olímpico para practicar el deporte rey, el fútbol.
Se juegan el futuro y de eso están conscientes, deciden dejar de ser hijos de las calles por unas cuantas horas para vivir la intensidad del balompié.
En los cinco meses que tienen de integrar “Catrachos al cambio”, un proyecto municipal, apoyado por la Iglesia Católica y la empresa privada, han aprendido las técnicas y la disciplina que están poniendo en práctica para luchar por salir de las calles.
Una gran labor
Las manecillas del reloj marcaban la 1.30 de la tarde cuando Cristian, acostado en el piso de uno de los cubículos del antiguo Intae, “la casona” como le dicen ellos, escucha el pito del busito, se levanta y se pone la camisa.
¡Hola profe, ya nos vamos! Sus ojos desorbitados y el olor lo delatan, todavía anda bajo los efectos del resistol. Trata de ser persuadido por Jaime para que no asista al entrenamiento, pero él no está dispuesto a perdérselo, por eso decide abordar el bus.
Como él, otros niños lo siguen y se integran al grupo que dirigen los promotores sociales de la Municipalidad sampedrana, junto al ex mundialista Luis Cruz.
La siguiente parada es la “Fuente Luminosa”, allí aguardan otros pequeños, con botes en mano y su escobilla de limpiar vidrios abordan la unidad, apretados pero se las arreglan y se acomodan. El último lugar por recorrer es el “Monumento a La Madre”, ya con ellos suman más de 20, el equipo está completo y la cancha lista para comenzar una nueva jornada de entrenamiento.
A todo vapor
Las prácticas se realizan de lunes a viernes y en ellas se les enseña, además de fútbol, hábitos de limpieza y charlas de orientación.
“Me siento orgulloso de compartir mis conocimientos con estos niños. Es una labor difícil, pero poco a poco van aprendiendo. Es de tener paciencia y carisma para trabajar con ellos”, comenta Cruz.
La jornada comienza con una charla previa sobre el tipo de entrenamiento que harán ese día. Buenas tardes... buenas tardes, se escucha al unísono.
Aprestos a las indicaciones se preparan para el calentamiento. No hay buen engramillado y la temperatura está al máximo, pero no importa; tampoco hay tacos ni playeras de marca, solamente se observan muchos pies descalzos y tostados por el sol. “Ya he metido ocho goles, ¿usted sabe por qué me dicen “ardillita”? porque soy rápido. Me gusta mucho el fútbol y por eso no me pierdo ningún entrenamiento”, dice Danny. Y es que la perserverancia de estos pequeños los ha llevado a cosechar éxitos, en marzo ganaron un campeonato en el municipio de San Manuel, Cortés. Se enfrentaron con otros pequeños de albergues y se trajeron la copa, aunque no está avalada por la Fifa, para ellos significa mucho.
Buscan demostrar que no sólo andan por las calles pidiendo dinero o cobijándose con cartón, sino también que pueden hacer cosas positivas.
El encuentro mundialista
“Catrachos al cambio” surgió en enero de este año a iniciativa de la esposa del alcalde, Yveth de Zúniga. La primera etapa del proyecto consiste en la escuela de fútbol; a diario elaboran un censo en las calles para conocer la situación de cada niño.
“Salimos a diario y nos encontramos entre cuatro y cinco nuevos niños. Es difícil seguirles la pista porque se pierden por temporadas, pero estamos haciendo lo posible por recuperarlos”, dijo el promotor Miguel Martínez.
Dentro de la primera fase también se contempla la construcción de un centro de rehabilitación.
“Ya tenemos el terreno, será donde funcionó la escuela Presentación Centeno. El BID ya aprobó los fondos y esperamos que el próximo año para estas fechas ya esté funcionando”, comentó la coordinadora del proyecto, Gleda Gutiérrez. Una de las prioridades es contar con sicólogos para que trabajen con estos niños, por ello buscan establecer convenios con los pasantes de esta carrera de las universidades Católica y la Nacional Autónoma.
“Sabemos que están anuentes y estamos a la espera de sus respuestas. Anteriormente una sicóloga del Ihnfa nos apoyaban, pero se fue del país y el trabajo con los niños ha quedado descontinuado”, expresó Gutiérrez.
Una de las actividades que se llevarán a cabo a fin de motivar a estos pequeños y recaudar fondos será una encuentro entre los chicos de “Catrachos al cambio” con los ex mundialistas de España 82 y Sudáfrica 2010. El evento se celebrará en el Olímpico y contará, además con la presencia de personalidades de diferentes ámbitos sociales.
Los miembros de este proyecto hacen un llamado a más empresas que se sumen a este trabajo a fin de rescatar a estos pequeños de las calles.
El proyecto comenzó a dar sus frutos, cuatro niños ya han sido integrados a los albergues y eso para ellos es un logro, ya no están a merced de la oscuridad de las calles o de cuanta persona busca aprovecharse de su inocencia.
El aporte de Samuel Eto’o
El 17 de marzo de 2006 se constituye la Fundación Privada Samuel Eto’o con el ánimo de aglutinar todas aquellas actividades que, desde hace años, el futbolista y astro del Real Madrid y Barcelona y un grupo de amigos llevan a cabo en diferentes poblaciones de Camerún.
Hasta la fecha la fundación lidera toda una serie de proyectos relacionados con la escolarización, la educación, la cooperación y el desarrollo de la infancia de Camerún, utilizando el fútbol como herramienta de integración social.
Ayudamos a diferentes grupos de los denominados “niños de la calle” a que dispongan de una mínima organización, infraestructuras, alimentos y medios de escolarización.
De este modo, han conseguido que se organice un grupo de más de 70 niños de la calle, ayudándoles a que dispongan de habitaciones con camas, mantas, cocina, comida e, inclusive, una zona para niños más pequeños donde un maestro les da clases, los vigila y disponen de más protección.
Además les enseña las técnicas y disciplinas del fútbol.