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Captura de diputados muestra infiltraciones

  • 13 agosto 2008 /

Los casos del victimado legislador Armando Ávila Panchamé y del diputado al Parlamento Centroaméricano, Parlacen, César Díaz Flores, son una muestra del grado de infiltración del narcotráfico en el sistema político del país.

Los casos del victimado legislador Armando Ávila Panchamé y del diputado al Parlamento Centroaméricano, Parlacen, César Díaz Flores, son una muestra del grado de infiltración del narcotráfico en el sistema político del país.

La detención de César Díaz es uno de varios casos sonados que se dieron en la historia del tráfico de droga entre 2003 y 2004.

Él fue detenido el 20 de junio de 2003 en la frontera de Nicaragua y Costa Rica, en el lugar llamado Peñas Blancas.

Las autoridades policiales nicaragüenses al registrar el automóvil con placas del Parlacen número 44 en el que viajaba Díaz Flores encontraron siete kilos de heroína, valorados en más de 350 mil dólares. Al día siguiente de su captura, Díaz Flores, miembro del Partido Liberal de Honduras, dio declaraciones a los medios de comunicación y argumentó que la droga no era suya, sino que de unos chinos, quienes lo acompañaban y a los cuales les estaba haciendo el favor de pasarlos a Nicaragua.

Las averiguaciones hechas por las autoridades policiales de Nicaragua establecieron que había registros migratorios de continuas salidas del parlamentario a Estados Unidos y a países de Centroamérica, sin motivos oficiales de su labor, lo cual fue analizado como un indicio de que Díaz también estaba supuestamente ligado en la venta de carros robados.

Caso Ávila Panchamé

En la actualidad César Díaz Flores se encuentra recluido en un centro penal de Nicaragua con una sentencia de diez años de prisión.

Un mes después de la captura de Díaz se registró otro caso que salpicó las esferas del Gobierno con la detención del diputado nacionalista Armando Ávila Panchamé bajo el cargo de tráfico de drogas. Ávila Panchamé fue apresado en Olancho el 10 de julio de 2003, junto a ocho personas más, entre ellos dos colombianos.

La captura del parlamentario hondureño, cuyo partido en ese entonces estaba en el poder, se produjo después del aterrizaje de una avioneta en las cercanías de San Esteban, Olancho. El avión había sido robado en Venezuela y traía un cargamento de cocaína.

Las personas que andaban con Ávila Panchamé se enfrentaron a tiros con otro grupo de narcotraficantes que trató de apoderarse de la narcoavioneta.

La aeronave chocó contra un automóvil que se le atravesó cuando se disponía a alzar vuelo en el sector conocido como La Lima del municipio de San Esteban, Olancho.

Guerra entre cárteles

Las autoridades policiales montaron un operativo en ese sector porque fueron avisadas de que llegaría la avioneta con el cargamento de cocaína. La Policía interceptó el avión en La Lima en los momentos que chocó con el vehículo que se le atravesó.

Los agentes policiales localizaron varios automóviles en el sector y procedieron a detenerlos. En uno de los carros se transportaba el diputado Armando Ávila Panchamé, quien intentó huir de los uniformados, pero lo detuvieron luego de perseguirlo.

Ávila Panchamé fue acusado bajo los cargos de tráfico de droga en perjuicio de la salud del Estado de Hondura y tentativa de homicidio en perjuicio de dos policías, a los cuales estuvo a punto de atropellar con su automotor cuando fue requerido y pretendía huir.

Los cuerpos de inteligencia manejaron la tesis que la detención de Ávila Panchamé se originó por una guerra entre cárteles colombianos que ejercen control en el territorio hondureño y en regiones fronterizas de Nicaragua y Guatemala.

La captura del parlamentario nacionalista fue calificada como una acción de venganza de parte del 'cartel de Cali' de Colombia por la detención del diputado al Parlacen, César Díaz, en Nicaragua el 20 de junio de 2003 con los siete kilos de heroína.

García montes, contacto de las farc

La avioneta por la cual apresaron a Ávila Panchamé aterrizó en una carretera frente a una propiedad de Juan Ramón Matta, hijo del capo Ramón Matta Ballesteros, quien el 5 de abril de 1988 fue entregado en Honduras a autoridades de los Estados Unidos, donde fue condenado a cadena perpetua.

El diputado Ávila Panchamé fue condenado a 20 años de cárcel en la Penitenciaría Nacional, PN, por narcotráfico y en ese reclusorio lo asesinó a balazos otro reo de nombre Juvenal Alvarado, quien dijo que lo mató por una enemistad personal. Otro de los capítulos relevantes en la historia del narcotráfico de Honduras es el caso del victimado capo Pedro García Montes. El nombre de García Montes empezó a ser manejado públicamente luego de que policías y fiscales encontraran en agosto de 2004 un arsenal en una de sus casas ubicada en el sector de El Zamorano, Francisco Morazán.

En la mansión del capo hallaron 21 ametralladoras, diez lanza cohetes antiaéreos, 18 Fusiles Automáticos Livianos, Fal, dos ametralladoras antiaéreas calibre 60, cuatro fusiles Ak-47, una ametralladora antiaérea calibre 50 para destruir aviones y tanques, dos fusiles M-16 y 18 cargadores de Ak-47.

Después del operativo trascendió que Pedro García Montes tenía muchos años de dedicarse a la narcoactividad y las autoridades averiguaron que poseía en bienes unos 300 millones de dólares.

García Montes fue asesinado en Colombia un mes después del decomiso de las armas en su vivienda.

Contacto de las Farc

Según la Fiscalía, García Montes tenía una ruta asignada cuando visitaba el país. Las averiguaciones de los cuerpos de inteligencia arrojaron que el ahora occiso no permanecía más de dos días en las haciendas que poseía y que eran utilizadas como casas de paseo o centros de reuniones del crimen organizado. Las pesquisas de los cuerpos policiales demostraron que las armas que encontraron en la residencia de García Montes iban a ser enviadas a Colombia. El arsenal sería cambiado por droga con las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Farc. El armamento provenía de Nicaragua. Según los entes de Seguridad, García Montes transportaba alrededor de dos mil kilos de cocaína mensuales desde Cartagena, Colombia, a Estados Unidos.

Masacre de familia

El 17 de junio de 2004 ocurrió la masacre de la familia Reyes Puerto en su residencia de la colonia Jardines del Valle. Ese hecho también tuvo como móvil problemas de narcotráfico.

Los esposos Edwin y Nolia Reyes, sus dos hijos y una sobrina de la pareja de nombre Deysi Jackeline Alí Martínez, de 16 años, fueron degollados en su casa situada en la cuarta etapa de la colonia Jardines del Valle. Las autoridades de la Fiscalía y la Policía en sus averiguaciones concluyeron que la masacre tuvo como motivación la presunta vinculación de Edwin Reyes Puerto al narcotráfico.

La Fiscalía Contra el Crimen Organizado descubrió que Edwin Reyes Puerto estaba involucrado en el lavado de activos al constatar que la pareja poseía bienes valorados en más de 20 millones de lempiras, de los cuales no tenían justificación.

A los Reyes Puerto les confiscaron 700 mil dólares en efectivo, 40 carros de lujo y cabezales y su casa en Jardines del Valle valorada en siete millones de lempiras, en la cual funcionan ahora las oficinas de la Dirección General de Servicios Especiales de Investigación.

La Policía averiguó que Reyes Puerto después de ser dependiente en una tienda de cerámicas se convirtió en un acaudalado empresario del transporte de carga y la compra y venta de vehículos pesados y livianos.

En varios de los cabezales y contenedores de Reyes Puerto descubrieron compartimientos falsos lo que constituyó uno de los fuertes indicios para que las autoridades vincularan su muerte y la de su familia al narcotráfico.

Otra prueba que obtuvo la Policía es que el dinero decomisado a la familia Reyes fue enviado a Panamá, donde le hicieron un análisis el cual arrojó que los billetes tenían partículas de cocaína.

Otro tentáculo: lavado de activos

Los mayores esfuerzos de los cuerpos antidrogas están orientados al decomiso de cocaína y no al lavado de activos, producto de la narcoactividad.

El lavado de activos es el brazo más fuerte de los cárteles de la droga, pero en Honduras es un delito que casi no es perseguido por lo que el país es considerado prácticamente un paraíso para los que se dedican a esa ilícita actividad.

Los conglomerados del narcotráfico buscan por lo general empresarios y políticos para lavar el dinero en cantidades a gran escala.

También utilizan gente común para lavar dinero a más baja escala con la instalación de negocios.

Ramón Matta Ballesteros

Se dedicaba al tráfico de droga, armas y esmeraldas. Ramón Matta Ballesteros fue capturado en Tegucigalpa el 5 de abril de 1988 por agentes de la DEA y el Ejército de Honduras y enviado a EUA, donde está sentenciado a cadena perpetua.

A Matta Ballesteros lo acusaron de ser uno de los autores de la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, a quien mataron en el año 1985 en Mexico.

Armando Ávila Panchamé

El diputado nacionalista fue declarado culpable por los cargos de narcotráfico. Fue condenado a 20 años de cárcel, pero pocos meses después de que cayera preso en la Penitenciaría Nacional fue asesinado por otro recluso.

La Policía maneja la tesis que su captura fue una represalia del cartel de Cali de Colombia luego de que apresaran al diputado al Parlacen, César Díaz, en Nicaragua con siete kilos de heroína.

Pedro García Montes

Era considerado uno de los principales acarreadores de droga de los carteles de Colombia y México.

García Montes después de ser un agente de la desaparecida Policía de Hacienda se convirtió en un hombre potentado porque poseía varias haciendas, casas suntuosas y botes de pesca. Pedro García Montes fue ultimado en septiembre de 2004. Según la Policía, él era contacto de las Farc en Honduras con las cuales intercambiaba armas por droga.