Por un mes, la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, brindará raciones alimenticias completas a las familias damnificadas. La ayuda deberá hacerse efectiva desde hoy, de lo contrario el comisionado Marcos Burgos dijo que pondrá a disposición su cargo si le incumple a los afectados por el Ulúa.
El titular de Copeco y otros funcionarios de Estado llegaron ayer a la zona devastada por las inundaciones a hacer evaluaciones de daños y a organizar un plan de trabajo para atender a los damnificados.
Aunque su presencia era necesaria ante la carencia de ayudas, el pueblo no los recibió con los brazos abiertos. Los reclamos fueron duros y directos. La tragedia que los golpea desde el martes, cuando El Progreso entró en estado de emergencia, no fue atendida por ellos, por eso el ambiente fue tenso y lleno de exigencias. Cada uno de los representantes de 35 comunidades afectadas expuso su problemática por espacio de tres minutos. Exigieron que se les escuchara porque 'si ya los habían abandonado por cuatro días, lo mínimo era que les dieran un espacio para hablar'. La presencia militar y la mediación del alcalde de El Progreso, Alexander López, fue crucial para evitar disturbios en contra de los funcionarios.
El problema
La reunión realizada antes del mediodía en el centro comunal de Urraco fue 'caliente'.
Por un lado, los afectados querían priorizar alimentos e implementos de primera necesidad y por otro se exigía el trabajo urgente en infraestructura, primordialmente la rotura del tapón construido en la comunidad de Tibombo y Manacalito hace tres meses por la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula para proteger de las crecidas del Ulúa los bajos de Choloma y Baracoa, Puerto Cortés.
Emplazados
Las autoridades del Fhis y la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula, Cevs, fueron emplazadas por los afectados de las 35 comunidades dañadas por las llenas, para que en el lapso de 24 horas rompan el muro de tierra que impide que el agua pase por el canal de la discordia.
El director de la Cevs, Marco Sandoval, dijo que tomar una decisión es dificil porque si se quita el tapón 'estarían en peligro de muerte' los pobladores de las zonas bajas de Choloma y Puerto Cortés. Señala que deberán actuar contra reloj para encontrar una salida viable que no afecte a nadie. La visualizada por el momento es construir una compuerta de cemento para controlar los niveles de agua y siempre detener las crecidas del caudaloso Ulúa. También levantar los bordos que cedieron en las cercanías del puente García, pero para ello deberán esperar que las aguas bajen.
'Estamos contra reloj para hacer todas estas obras. No tenemos recursos, no tenemos nada. Si no se empieza por eso, estamos hablando puro cuento', decía Sandoval.
Enfrentados
Si la salida a las exigencias de los pobladores afectados por la llena no se concibe pronto, podría haber problemas. Si no está roto el tapón en el término de las 24 horas fijadas por los líderes de las zonas inundadas, amenazaron con emprender la destrucción de esa estructura con sus propias manos.
El problema es que, al otro lado del río, personas de las comunidades que ahora están a salvo en Choloma y Puerto Cortés aseguran no estar dispuestos a que les destruyan el tapón que los libró de las inundaciones que los habían afectado por más de 15 años.
Uno de los productores, a quien en el sector de Urraco señalan como único beneficiado con el cierre del boquete, habló con LA PRENSA sobre lo que estarían dispuestos a hacer los representantes de unas 60 comunidades beneficiadas con el proyecto.
Se trata de Rodrigo López, a quien vinculan con un funcionario de la Cevs. Según las denuncias de los pobladores de Urraco, el ingeniero Luis López de la Cevs es pariente del productor, por eso suponen que se le benefició con el tapón del boquete, pero el señalado lo desmiente y asegura que la realidad es otra.
'Año tras año perdíamos la producción de palma, plátanos y maíz. Nos cansamos de perder, fuimos a la Cevs y se nos cerró el boquerón temporalmente. No sé cual será la reacción nuestra si quieren romper el boquerón. Al otro lado del río hay intereses creados'.
Rodrigo López explica que defenderá el boquete. 'Aquí hemos estado en vigilancia permanente. Hicimos tiendas de campaña y no estamos con las puras uñas, estamos armados. Si sangre tienen ellos, sangre tenemos nosotros para derramar. Por ello primero apelamos al diálogo', sostiene.
Donativos
Gracias a la generosidad de una lectora de LA PRENSA que optó por el anonimato, ayer, niños, mujeres y hombres que viven en el bordo a inmediaciones de los campos anegados en los bajos de El Progreso pudieron tener acceso a ropa nueva.
El equipo de LA PRENSA que se ha movilizado a dar cobertura a la zona entregó ayer la ayuda, arrancando sonrisas a los niños que podrán tener un estreno hoy, en su día, y el agradecimiento de adultos que han resentido la poca asistencia. 'Les agradecemos porque se han acordado de nosotros', decían tras recibir la gentil ayuda.