26/04/2024
10:18 AM

Derrame de aguas negras preocupa a pobladores de La Ceiba

Autoridades ambientales ponen a operar varias bombas de las plantas de tratamiento.

    La Ceiba, Honduras.

    Doña Alba López, al igual que centenares de habitantes de la colonia Prados de Misericordia, de La Ceiba, se han cansado de denunciar el derrame de aguas negras que provoca un alto grado de contaminación.

    Aunque las cuadrillas de la Oficina Municipal de Agua y Saneamiento (Omasan) han hecho trabajos paliativos, el problema persiste, ya que se necesita colocar en la planta de tratamiento tres bombas de 10 caballos de fuerza cada una, pues en los últimos años solo ha funcionado una.

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    En Prados hay cuatro pilas de oxidación y en época de lluvia, los vecinos se quejan porque las aguas se filtran al alcantarillado sanitario y eso hace que la estación elevadora no tenga la capacidad para absorber todas las aguas residuales y poderlas tratar debidamente.

    “Hace muchos años tenemos este problema y no han podido darnos solución a pesar que aquí pagamos impuestos. Hay temporadas que las aguas negras las tenemos en los patios por varios días y a veces se regresan por el inodoro”, lamentó Alba López.

    Según dio a conocer el jefe de mantenimiento de las plantas de tratamiento, ingeniero Emilio Menco, una segunda bomba está en proceso de compra, la cual tiene un costo de 700,000 lempiras.

    Los fondos se obtendrán del pago que hizo el Gobierno para el pegue de aguas residuales del edificio que se construye en el sector este para albergar el programa gubernamental Ciudad Mujer.

    “La buena noticia es que ya está el trámite para la compra. Estimamos que en unos treinta días ya esté el papeleo para que la empresa proveedora pueda enviarla e instalarla. Ya con las dos bombas trabajando el problema en Prados de Misericordia se solucionará para bien de los vecinos”, aseguró.

    Los técnicos en salud ambiental han constatado en sus estudios que La Ceiba ha sido una ciudad altamente contaminada, ya que de las siete plantas de tratamiento con que cuenta la ciudad, apenas unas pocas funcionaban. Sin embargo, en esta nueva administración municipal se le ha dado un mejor apoyo a la Omasan y poco a poco se han ido restaurando las bombas en las plantas. A finales de 2017 se necesitaban unos siete millones de lempiras para echar a andar todas las plantas y ahora solo se necesitanunos dos millones.