Estados Unidos sufrió el 11 de septiembre de 2001 el atentado más grave de su historia, que le costó la vida a 2,974 personas, después de que integristas islámicos atentaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, en Washington, sobre los que estrellaron tres aviones de pasajeros que previamente habían sido secuestrados.
Hubo una cuarta aeronave que acabó estrellándose sobre el suelo de Pennsilvania antes de alcanzar su objetivo, al parecer la propia Casa Blanca, después de que sus valientes pasajeros se rebelasen contra los secuestradores.
Tras el atentado, Estados Unidos declaró la guerra al terrorismo y 26 días después atacó Afganistán, el país de los talibanes, del que salió el máximo inspirador del terrorismo islamista, Osama Bin Laden, cuyo paradero hasta el día de hoy sigue siendo desconocido.
Dos años después, el foco de la lucha contra el terrorismo enfocó al régimen de Sadam Hussein, e Irak fue invadido por una coalición internacional liderada por el gobierno de George W. Bush.
Las guerras de Irak y Afganistán siguen abiertas, aunque en la primera de ellas el presidente de EUA, Barack Obama, acaba de confirmar la fecha de salida de las tropas estadounidenses, que se completará a finales de 2011, y en la que han muerto casi 4,300 soldados estadounidenses.
En Afganistán, el propio Obama reconoció que la guerra contra los insurgentes talibanes no será “rápida” ni “fácil”, pero insistió en que la victoria resulta fundamental para la seguridad estadounidense.
“Los que atacaron a EUA el 11 de septiembre (de 2001) están conspirando para volver a hacerlo”, afirmó el presidente estadounidense en agosto, durante un discurso ante la Convención de Veteranos de Guerras Extranjeras.
El gobierno de Obama lidia también con otra herencia de la etapa anterior: la de la base de Guantánamo, donde fueron encarcelados de forma indefinida centenares de personas acusadas de estar vinculadas con el terrorismo internacional.
Barack Obama reconoció en mayo que la situación de algunos prisioneros de Guantánamo es uno de los “mayores problemas” de su administración. En Guantánamo “hay muchas personas que deberíamos haber juzgado antes y no se hizo”, dijo el presidente de EUA, y añadió que “hay presos que podrían ser peligrosos”, en cuyo caso no se pueden liberar, por lo que encontrar una solución para determinar qué hacer con ellos va a ser uno de los “mayores problemas”, aseguró.
Con motivo del 11-S, Obama ha tenido que hacer frente asimismo a una crisis en su gabinete tras la renuncia de su asesor para asuntos medioambientales, Van Jones, conocido como el “zar verde”, tras la polémica surgida por su apoyo a una organización que acusa a altos cargos del anterior gobierno de estar implicados en los atentados.
Jones había firmado una petición en 2004 que solicitaba la convocatoria de audiencias en el Congreso para esclarecer si altos funcionarios del Gobierno habían permitido que tuvieran lugar los ataques del 11-S.
Pocos días antes de su renuncia Van Jones pidió disculpas por esos comentarios y dijo que esa petición, que habría firmado sin conocer claramente su contenido, no reflejaba su opinión.
Pero los neoyorquinos se han visto, sobre todo, heridos en su sensibilidad por una campaña de publicidad en Internet que muestra una imagen de Manhattan con las Torres Gemelas en pie y rodeada por decenas de aviones.
La campaña, que lleva el logotipo del Fondo Mundial de la Naturaleza, WWF, pretende concienciar sobre la conservación del planeta con el lema “El tsunami mató a cien veces más personas que el 11-S”.
La dirección del WWF estadounidense lo ha calificado de “ofensivo y sin gusto”, y acusó a la agencia de publicidad que lo ofreció de utilizar su logotipo sin permiso.
Recuerdo de las víctimas
Lo cierto es que la tragedia del 11-S sigue muy presente entre el pueblo estadounidense que, como todos los años, honró a las víctimas en una fecha que Obama declaró Día nacional de servicio y recuerdo.
En esta ocasión, además de los habituales homenajes en forma de concentraciones silenciosas en la “zona cero” que ocuparon las Torres Gemelas de Nueva York, artistas y diseñadores, hubo concierto y diversos actos benéficos.
“Esperamos despertar el espíritu de unidad y compasión que nació a raíz de los atentados terroristas y que se inspira en el trabajo y la ayuda de tantos líderes y organizaciones maravillosas que comparten este mensaje de esperanza”, dijo David Paine, presidente de esa agrupación, que reúne a más de 200 asociaciones estadounidenses de voluntariado.
En el concierto, que se celebró en el teatro Beacon de Nueva York, participaron los cantautores Gavin DeGraw y Anjulie, la banda de hip-hop The Roots y el coro infantil Harlem Boys and Girls Choir, además del actor Gary Sinise y el presentador de la cadena NBC Jimmy Fallon.
Además, y dado que el octavo aniversario de los atentados del 11-S coincide con la celebración de la Semana de la Moda de Nueva York, los diseñadores Donna Karan, Tracy Reece, Carmen Marc Valvo y Phillip Lim, entre otros, donarán prendas de sus colecciones para la próxima primavera que serán subastadas a través de Internet. A pocos metros de la “zona cero” se ha abierto el centro que sirve como avance del museo y monumento que la ciudad construye en memoria de las víctimas.
En el recién abierto edificio, situado en el número 20 de la calle Vasey, se podrá comprobar de primera mano y en tiempo real, gracias a un sistema de cámaras ubicadas en puntos elevados del World Trade Center, los avances en las obras que se realizan en las 6,48 hectáreas donde se alzaban las Torres Gemelas.
“A través de modelos, diseños, películas e imágenes en tiempo real de la construcción los visitantes podrán comprender los planes y el progreso que está registrando el terreno”, dijo el presidente de la organización National September 11 Memorial & Museum, Joe Daniels.
“Es importante que, hasta que el monumento y el museo se inauguren, haya un lugar al que quien lo desee pueda acudir a aprender lo que ocurrió aquí y a compartir sus pensamientos y reflexiones acerca de aquellos acontecimientos”, aseguró en el mismo acto Monica Iken, quien perdió a su esposo en el 11-S.
Monumento en memoria de las víctimas
Ante las críticas sobre los retrasos en las obras para el complejo conmemorativo en el World Trade Center, el director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, Chris Ward, explicó que los dos estanques artificiales que ocuparán la planta de las desaparecidas Torres Gemelas estarán listos para el décimo aniversario.
“El lugar ya ha dejado de ser un fosa. Con todos los avances que se han hecho, esto ya no es una ‘zona cero’”, dice. El museo conmemorativo, que será construido bajo la plaza, será abierto al público en 2012. En el futuro complejo destacan los dos estanques que albergarán unas grandes cataratas artificiales hacia el interior de la tierra, con 14 metros de profundidad.
En 2011 también estará plantado el 75% de los robles blancos que adornarán la “Memorial Square”, que ocupará casi la mitad de la zona arrasada y en la que también se levantará una construcción donde estarán grabados los nombres de los fallecidos.