The New York Times.
Las mujeres mayores con pérdida muscular son menos propensas a sufrir los sofocos (o bochornos) relacionados con la menopausia, encuentra un estudio reciente.
La pérdida de masa y función musculares (sarcopenia) es uno de los cambios más significativos que ocurren con la edad, y las mujeres mayores tienen un riesgo más alto debido a los cambios en las hormonas sexuales tras la menopausia.
Otros factores de riesgo de la sarcopenia incluyen la inactividad, una ingesta más baja de proteínas, los cambios en los niveles de la hormona del crecimiento, y un aumento en la inflamación.
Hay un vínculo conocido entre la pérdida muscular vinculada con la edad y la menopausia, pero la conexión entre la sarcopenia y varios síntomas de la menopausia, como los sofocos, no ha estado tan clara.
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En este estudio de casi 300 mujeres coreanas de 40 a 65 años, unos investigadores dirigidos por el Dr. Hyuntae Park, del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Colegio de Medicina de la Universidad de Corea, en Seúl, investigaron la asociación entre la composición corporal (lo que incluye a la grasa y al músculo) y los sofocos y otros síntomas de la menopausia.
Park y su colaboradores encontraron que los sofocos son menos comunes en las mujeres con sarcopenia, según el estudio, que se publicó en la edición en línea del 8 de noviembre de Menopause, la revista de la Sociedad Norteamericana de la Menopausia (North American Menopause Society, NAMS).
Los nuevos hallazgos son “particularmente importantes dado el envejecimiento de la población y los vínculos entre la sarcopenia en las mujeres mayores y la reducción en la movilidad, el aumento en el riesgo de caídas y la reducción en la duración de la salud, y la calidad de vida”, anotó la Dra. Stephanie Faubion, directora médica de la NAMS, en un comunicado de prensa de la sociedad.
Las mujeres mayores con pérdida muscular tienen un riesgo más alto de una reducción en la movilidad, una disminución en la calidad de vida, enfermedad cardiaca y lesiones relacionadas con las caídas.
Los estudios anteriores sobre los sofocos se han enfocado en la relación entre el índice de masa corporal (un estimado de la grasa corporal baso en la estatura y el peso) y la circunferencia de la cintura, pero no evaluaron el porcentaje de grasa versus músculo.
Los sofocos son uno de los síntomas más comunes y problemáticos de la menopausia, y se asocian con varias enfermedades crónicas, entre ellas la obesidad, la resistencia a la insulina (un precursor de la diabetes), la osteoporosis y la enfermedad cardiaca.