Redacción.
¿Sabía que la cardiopatía isquémica o isquemia miocárdica ocupa el primer lugar entre las principales causas de defunción en el mundo? Esta ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se reduce, lo que impide que el músculo cardiaco reciba suficiente oxígeno. La reducción del flujo sanguíneo generalmente se produce debido a una obstrucción parcial o total de las arterias del corazón (arterias coronarias).
Aunque la isquemia es silenciosa en algunos casos, usted debe conocer las síntomas, sobre todo si es mujer y padece de diabetes.
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Los signos de una cardiopatía son dolor de cuello o de mandíbula, dolor de brazo o de hombro, un latido del corazón rápido, dificultad para respirar cuando estás físicamente activo, náuseas y vómitos, sudoración y fatiga.
La mayor causa de defunción del mundo es la cardiopatía isquémica, responsable del 16% del total de muertes en el mundo. Desde el año 2000, el mayor aumento de muertes corresponde a esta enfermedad, que ha pasado de más de 2 millones de defunciones en 2000 a 8.9 millones a finales de 2019, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estadísticas
Las muertes por enfermedades no transmisibles están aumentando. El número de fallecimientos por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón ha aumentado de 1.2 millones a 1.8 millones y ahora ocupa el sexto lugar entre las causas principales de defunción.
La diabetes ha pasado a ser una de las 10 causas principales de defunción, tras un importante aumento porcentual del 70% desde el 2000.
La diabetes también es responsable del mayor aumento de muertes de varones entre las 10 causas principales, con un incremento del 80% desde el 2000.
Las enfermedades renales han aumentado, pasando de ser la decimotercera causa de defunción en el mundo a la décima. La mortalidad ha aumentado de 813,000 personas en 2000 a 1.3 millones en 2019.
Lo que debe hacer
Para evitar todas estas enfermedades, una de las claves es alimentarse saludablemente, incluyendo una variedad de alimentos de los cuatro grupos principales: frutas, verduras, cereales enteros, productos lácteos bajos en grasa y proteína magra, incluyendo frijoles y otras legumbres, nueces y semillas, y grasas saludables.
Otra medida es comenzar un programa para ponerse en forma, una de las mejores cosas que puede hacer para su salud.
Después de todo, la actividad física puede reducir su riesgo de enfermedades crónicas, mejorar el equilibrio y la coordinación, ayudarle a perder peso y hasta mejorar su autoestima. Y puede lograr estos beneficios sin importar su edad, sexo o capacidad física.
Por lo menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa por semana, o una combinación equivalente de actividad aeróbica moderada y vigorosa. Dejar de fumar y evitar el alcohol es otra de las acciones que le permitirán mantenerse saludable. Además, realizarse exámenes periódicamente con el fin de prevenir las enfermedades.
