Reconocer a tiempo los síntomas de cáncer infantil es fundamental. “Los padres deben saber que no hay un solo síntoma que puede ser el diagnóstico de este tipo de cáncer, es decir, que deben atar cabos de acuerdo a la variedad de señales que da el organismo. Lo primero que debe hacer la familia es acudir al médico, ya que los pediatras están generalmente bien entrenados para detectar esta enfermedad u otros tipos de cáncer”, dice Roxana Martínez, oncóloga pediátrica.
Los niños con leucemia normalmente tienen bajas las plaquetas y la hemoglobina; sin embargo los glóbulos blancos altos pueden estar normales, agregó Martínez.
Según diversos estudios realizados, no se sabe aún cuál es la causa; sin embargo se conocen algunos factores de riesgo asociados al estilo de vida, tal como la alimentación, el peso corporal, la actividad física y el uso de tabaco desempeñan un papel importante en muchos cánceres de adultos.
Sin embargo, usualmente pasan muchos años para que estos factores influyan en el riesgo de cáncer. Es necesario la atención psicológica. La Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer brinda atención psicológica gratuita para estos niños y sus familias. “Esta enfermedad afecta emocionalmente tanto a los pequeños como a sus padres, quienes ante la noticia se sienten impotentes y desalentados y ellos son parte fundamental para que los niños continúen con el tratamiento”, afirma Sandy Betancur, psicóloga.
La experta explica que a menudo los padres tienden a sobreproteger a sus hijos cuando padecen esta enfermedad. “No porque estén enfermos debe haber exceso de amor. Es necesario que se mantenga un balance, para evitar que tengan problemas de conducta en el futuro”, puntualizó Betancur.
El 70% de los niños con cáncer logran curarse si la enfermedad se detecta a tiempo, por ello es importante que los padres o tutores de estos pequeños estén alerta a los diferentes síntomas.
Síntomas del cáncer en niños
1. Las fiebres sin causa aparente, cuando se asocia a palidez progresiva, moretones. Un niño con leucemia puede desarrollar fiebre. Frecuentemente es causada por una infección que puede no mejorar ni con antibióticos.
2. Dolor en los huesos, todos los niños sufren en algún momento de los llamados dolores del crecimiento, pero cuando este tipo de dolor es incapacitante, es decir, que limita al pequeño en sus actividades diarias se debe consultar al médico.
3. Cansancio (agotamiento), piel pálida: la anemia (una disminución de glóbulos rojos) puede causar que un niño se sienta cansando, débil, mareado o con dificultad para respirar. También puede causar piel pálida.
4. Inflamación del abdomen: las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el bazo y causar que estos órganos aumenten de tamaño. Esto puede notarse como llenura o inflamación del abdomen. Generalmente las costillas inferiores.
5. Pérdida de apetito y pérdida de peso: si el bazo y/o el hígado se agrandan demasiado, pueden presionar otros órganos, como el estómago. Esto puede limitar la cantidad de comida que se puede ingerir, produciendo pérdida de apetito.
6. Tos o dificultad para respirar: algunos tipos de leucemia afectan las estructuras en el centro del pecho, como los ganglios linfáticos o el timo. El agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos presiona la tráquea, causando tos o dificultad para respirar.
7. Ganglios inflamados. Algunas leucemias se propagan a los ganglios linfáticos en áreas como el cuello, las axilas, la ingle y clavícula.
8. Erupciones en la piel. Las células leucémicas se pueden propagar a las encías, causando inflamación, dolor y sangrado.
9. Cansancio extremo. Una consecuencia poco común, pero muy grave es el cansancio extremo, la debilidad y el habla mal articulada.
10. Dolores de cabeza. Lo cual produce problemas para concentrarse, debilidad, convulsiones, vómitos y visión borrosa.
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