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El sobrepeso es otra de las pandemias y pasa desapercibido pese a traer muchas enfermedades

  • 02 feb 2022
Valore su salud y cuídese

Redacción. A la obesidad y el sobrepeso, que ya se consideraban una pandemia, se ha unido la covid-19 para acentuar el grave problema de salud ya existente.

“La ansiedad producida por la incertidumbre económica y sanitaria, o el aburrimiento pueden hacernos comer peor, picar más y consumir más bebidas alcohólicas o azucaradas. Además, pedir comida rápida a domicilio es ahora una práctica mucho más frecuente”, detalla el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.

Esto conlleva numerosos riesgos para la salud que favorecen la aparición de enfermedades, como las cardiovasculares, diabetes tipo 2 y diferentes tipos de cáncer, entre otras.

COMA DE TODO, PERO EN POCAS CANTIDADES :Apueste por la dieta mediterránea, con un alto consumo de cereales, frutas, verduras y legumbres, elevada presencia del pescado y algo menos de carnes blancas y lácteos y un consumo bajo de carnes rojas. También es recomendable que la ingesta de grasas sea de origen vegetal, como el aceite virgen de oliva o los frutos secos.

EVITA LOS PICOTEOS ENTRE HORAS: Si realiza cinco comidas al día se mantendrá saciado y lejos de la nevera.Desayune fuerte, almuerce, coma bien, merienda y cene algo ligero, siguiendo horarios regulares y, si es posible, planificando con periodicidad semanal lo que comerá en cada comida.

HAGA LA LISTA DE LA COMPRA CON ANTELACIÓN: Es la mejor manera de asegurarse de que llena su nevera de alimentos saludables y, sobre todo, de no caer en las tentaciones que nos encontramos mientras empujamos el carrito del supermercado. También es buena idea hacer la compra con el estómago lleno y marcarse un tiempo límite para llevarla a cabo.

NO ABUSE DE LA COMIDA RÁPIDA A DOMICILIO: Los menús típicos de las aplicaciones o servicios de comida a domicilio suelen ser ricos en grasas saturadas y carbohidratos y su valor nutritivo, bajo. Intente reducir al mínimo y, en su lugar, investigue nuevas recetas de platos sabrosos, saludables y fáciles de preparar. Puede involucrar a los niños en la elaboración de la lista de la compra como a la hora de cocinar.

COCINE COMIDA SALUDABLE: Apueste por técnicas como la cocción, el vapor, el horno o la plancha y evite en lo posible las frituras y las salsas. Y procure dejar la sal en el salero, así protegerás tu corazón. Puede sustituirla por apio, vinagre, limón o especias. Además, puede dejar preparado un bol de frutas cortadas para que si le apetece “picar”, este plato ya lo tengas preparado y a mano.

HIDRÁTESE ADECUADAMENTE Y MODERE EL CONSUMO DE ALCOHOL: Su organismo precisa de unos dos litros diarios de líquidos para mantenerse en forma, y más ahora que vuelve el calor. Intente beber de seis a ocho vasos de agua al día, aunque también puede tomar zumos naturales -sin abusar-, infusiones y caldos. En la medida de lo posible, prescinda de las bebidas azucaradas y alcohólicas.

MANTÉNGASE ACTIVO: Con o sin pandemia, la batalla contra el sedentarismo comienza por tener la voluntad de moverse más en las acciones cotidianas del día a día, usando las escaleras en lugar del ascensor o desplazarnos andando y aparcar el automóvil. Y en primavera, no hay excusa para no practicar actividad física: montar en bicicleta, correr, patinar, pasear, etc.

NO SE PARE NI EN CASA: Si está confinado o en cuarentena, no tiene por qué renunciar al ejercicio. Por ejemplo, puede caminar dentro de casa durante diez o quince minutos varias veces al día, bailar o realizar tablas de ejercicios o estiramientos. También puede llevar a cabo pilates, zumba o aeróbico. Además, practicar un hobby, aunque no suponga un gasto calórico, se mantendrá distraído y alejado del picoteo.

DUERMA AL MENOS OCHO HORAS AL DÍA: El descanso es fundamental para nuestro cuerpo, pero, además, el insomnio y la falta de sueño están relacionados con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. Por ello, trata de dormir ocho horas al día y siguiendo siempre horarios regulares.

SI TIENE NIÑOS, NODESCUIDE SUALIMENTACIÓN: Una alimentación correcta desde la infancia es determinante para protegernos de la obesidad, y es en esta edad cuando se adoptan los principales hábitos alimentarios, en los que la familia cumple un papel crucial.