Agresores sexuales: un peligro permanente, sobre todo en los niños

Los más vulnerables son los menores de 12 años y los que tienen alguna discapacidad física y/o mental. Pero ¿qué se puede hacer como ciudadano? Denunciar.

  • 28 may 2020

San Pedro Sula, Honduras.

Desde el punto de vista psiquiátrico las agresiones sexuales pueden dividirse con relación a las víctimas, en las de adultos y menores.

Es una situación que se da permanentemente y las autoridades competentes se encargan de ello. Sin embargo, en el contexto de la cuarentena se han disparado los casos lo que obliga a que se tomen medidas adicionales, dice el psiquiatra Bismarck Espinoza.

El experto dice que los agresores siempre han existido y se aprovechan de la proximidad a las víctimas para manifestar su conducta psicopática con manifestaciones sexuales penalmente castigadas.

Un problema a combatir

La pederastia o la pedofilia, en el caso de menores, es un problema de salud pública que se debe combatir con todos los recursos legales del Estado. Ya el Ministerio Público enfoca sus recursos al respecto, pero en el ámbito privado se dan casos ocultos, por diversas razones.

Miedo, complicidad, amenazas, problemas de enfermedad mental en madres o padres, falta de acceso a las denuncias, factores culturales, ideas equivocadas acerca de la sexualidad, consumo de drogas legales o no, etc.

Los más vulnerables son los menores de 12 años y los que tienen alguna discapacidad física y/o mental. Pero ¿qué se puede hacer como ciudadano? Denunciar.

Cuando se demuestra penalmente esta actividad delictiva (abuso sexual infantil), los agresores deben ingresar en un programa estructurado de tratamiento, que actualmente no existe en el Instituto Nacional Penitenciario (INP).

Debe ser integrado por psiquiatras, psicólogos, urólogos, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y durar al menos un año.

Con los mecanismos de control y seguimiento. Si estas personas no se tratan adecuadamente, la s tasas de reincidencia son altas.

Por este medio propongo:

1- Poner en marcha este programa de tratamiento que está escrito en la ley, pero no existe en la práctica.

2- Crear un registro nacional de agresores sexuales

3- Legislar rápidamente acerca de las opciones de tratamiento como la castración química, en casos especiales.

4- Brindar atención psicológica y psiquiátrica a las víctimas (actualmente es incompleto).

5- Establecer una campaña permanente y obligatoria en los medios de comunicación para educar a la población, así como escuelas y colegios públicos y privados.

No se debe tolerar una actitud indiferente ante este tema.