El expresidente estadounidense, Barack Obama y su esposa Michelle, siguen sus vacaciones permanentes en la Toscana, Italia. La pareja causó revuelo entre los locales durante un breve recorrido por el paradisíaco destino.
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Michelle acaparó la atención al pasear por las calles de la Toscana con un atuendo rosa y blanco que dejaba uno de sus hombres al descubierto. La exprimera dama estuvo custodiada en todo momento por varios agentes del Servicio Secreto.
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La exprimera dama paró a comer un yogurt con sus amistades en una de las tiendas locales.
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Para visitar la catedral de Siena, Michelle optó por atuendo veraniego compuesto por pantalones palazzo verde olivo, una blusa blanca con los hombros al descubierto y vuelos, llamativos lentes redondos y un minibolso rojo vino de gamuza.
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La pareja estadounidense realizó un breve recorrido por la catedral bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
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Michelle causó una polémica por utilizar un top muy descubierto para visitar la catedral, algunos críticos afirmaron que rompió los códigos de vestimenta de la histórica iglesia.
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La afable pareja posó con los empleados de un restaurante en la Toscana.
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El expresidente Obama lució sumamente relajado tras jugar una partida de golf en un exclusivo club italiano.
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La visita de Obama y Michelle a Italia coincide con la llegada del presidente Trump y su esposa Melania a Roma para reunirse con el Papa Francisco este miércoles.
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La pareja se aloja en el recinto medieval que posee John Phillips, el embajador de Estados Unidos en Italia durante su mandato.
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La lujosa estancia está compuesta por 22 suites en el interior de la casa principal y otros cuatro edificios independientes alrededor de la plaza central de la villa.