“Cuando llueve fuerte no dormimos, tenemos miedo, ya que esta quebrada viene desde arriba y repentinamente sube”, expresó Lourdes Santos, residente en la comunidad de La Coroza, Villanueva, Cortés.
Lourdes Santos, residente en la comunidad de La Coroza, Villanueva, Cortés, dice tener miedo cada vez que hay una tormenta por la quebrada.
Atrás de la casa de Lourdes pasa la quebrada Chasnigua, afluente que durante las tormentas Eta y Iota provocó el derrumbe de casas y puentes, dejando varias comunidades sin paso, que aún no han sido restablecidos.
De la comunidad de La Coroza hacia La Gran Bretaña, los residentes tienen que cruzar caminando la quebrada.
“Cuando Eta y Iota, la quebrada nos llevó un baño en la parte de atrás y a una vecina le llevó la cocina. Esta quebrada es bien peligrosa; para quienes tienen niños es aún más porque tienen que salir con los niños hacia las partes altas”, expresó doña Santana Vázquez.
Los que tienen vehículo solo pueden hacerlo cuando el cauce está bajo y debe ser de doble tracción.
En Villanueva, los trabajos en la quebrada Chasnigua están a punto de concluir; pero los pobladores demandan la construcción de los puentes que el afluente dañó durante las tormentas Eta y Iota.