Joy Huerta dejó de hablar con su papá por dos años
La cantante recuerda cómo era vivir con su padre pastor, quien en casa era una persona totalmente diferente del líder que fingía ser en la iglesia.
- 03 de octubre de 2025 a las 12:07 -
En el documental de HBO Max "Jesse & Joy: Lo que nunca dijimos", Joy Huerta se abre profundamente sobre la compleja y dolorosa relación con su padre, Eduardo Huerta, quien fue pastor evangélico, pero que además fue abusivo con ellos y tenía una doble vida. Aquí algunos puntos clave que ella comparte:
Joy describe a su padre como una persona autoritaria, obsesionada con el poder y la imagen pública: “A mi papá le gustaba sentir poder. Le importaba mucho su imagen y lo que la gente dijera de él”
Relata que vivió una adolescencia sofocante, marcada por el control religioso y familiar. En sus palabras: “Yo no paraba de pensar en cómo me iba a salir, pero era la favorita y la que a todo le decía que sí”
Joy descubre que su padre llevaba una doble vida, manteniendo dos familias en secreto. Esta revelación fue devastadora para ella, especialmente por el contraste entre su discurso religioso y su comportamiento real. "Los hijos del pastor no podían tener ningún problema, papá y mamá nunca se peleaban así vinieran ellos de haberse jalado los pelos en el auto, al llegar a la iglesia tenía que sonreír y fingir ser la familia perfecta".
La música fue su vía de liberación. Joy recuerda haberle dicho a Jesse: “Necesitamos hacer el disco de nuestra vida para salirnos de aquí con fuerza”. Su padre incluso intentaba controlar el proceso creativo, enojándose si escribían canciones sin él.
Al enamorarse de Diana Atri, Joy enfrentó el miedo de decepcionar a sus padres y el temor inculcado de “irse al infierno” por vivir su verdad, pero, aunque la conoció como un amiga, no fue algo que Joy le contó a su padre. "Se lo dije a mi mamá después que papá murió, pero no hablé con él como por dos años hasta que enfermó".
‘Jesse y Joy: Lo que nunca dijimos’ está disponible en HBO Max para Latinoamérica y US Hispanic a partir del 25 de septiembre. La producción ofrece una mirada honesta sobre su infancia, los desafíos que enfrentaron y cómo encontraron en la música su forma de sanar.
Eduardo Huerta murió en 2013, pero dejó una huella profunda en sus hijos, aunque reconocen que ahora pueden verlo desde el amor que sienten por él. “Sé que papá trató de mejorar muchas cosas que él vivió, otras las repitió y al final lo veo con mucho amor y agradecimiento”, señaló Jesse.