La colección juega con los contrastes: el traje de tweed con faldas por debajo de las rodillas, marca de la casa, y los abrigos bohemios, con blusas holgadas y pañuelos en la cabeza. La estilista mezcla tweeds, muselinas de seda, organzas y encajes incrustados con motivos florales y gráficos.
CHRISTOPHE ARCHAMBAULT / AFP