Con el estreno de 'A palé', su reciente single, la cantante española cambio su aspecto usando una 'grillz', unas fundas decoradas con diamantes o oro en los dientes, que están dando de que hablar.
Te explicamos por qué los dientes de oro de Rosalía son más que una moda.
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Según El Pais de España los dientes de oro de Rosalía son “robados', ya que esta costumbre se remontan a culturas que no tienen nada que ver con ella, desde los Mayas hasta los afrodescendientes en EEUU.
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El medio español señala que Rosalía se inspiró en la pintora mexicana Frida Khalo, quien también usó una dentadura igual, pocas veces vista porque la artista rara vez sonreía; además de copiar la famosa uniceja de la pintora.
La mexicana a su vez tomo esta moda de los Mayas, que usaban incrustaciones de jade en sus dientes para demostrar estatus social.
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Los dientes de oro y las fundas doradas también están relacionadas a las culturas latinas, sudafricanas y gitanas.
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Por otro lado esta dentadura se remonta a los tiempos de segregación racial en Estados Unidos. Muchos afroamericanos que conseguían escapar de la esclavitud se los ponían para tapar los dientes podridos a modo de celebración. Así es como este ritual se convirtió en un pontentísimo símbolo de negritud y libertad.
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Si los afrodescendientes del primer hip hop querían rendir homenaje a los esclavos que consiguieron escapar de las plantaciones, las estrellas del pop han tomado este accesorio como una moda sin ningún valor más allá de lo estético.
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La primera en atreverse a ponérselas fue Madonna, después fueron viniendo otras: Rihanna, Beyoncé, Katy Perry, Miley Cyrus. Todas aquellas querían atribuirse el valor simbólico de unas fundas que son mucho más que un accesorio.
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Anteriormente Rosalía ha sido criticada por robar elementos de la cultura gitana, a la que ella no pertenece. Usando accesorios y ropa similar a la que suelen usar muchas mujeres de esta comunidad.
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La activista Noelia Cortés afirmó que Rosalía “usa a los gitanos como algo cool que incorporar a su disfraz, pero no le importamos socialmente hablando (...) coge rasgos culturales ajenos, que son la resistencia de pueblos desfavorecidos históricamente, y los usa como quien se pone unas pestañas postizas. Desde su privilegio racial y económico puede vestirse de barrio bajo y de marginalidad sin sufrir lo que sufre la gente que sí vive esas cosas.'
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Aunque ella no lo quiera ver así, Rosalía explota una imagen sin siquiera conocer el trasfondo de estas modas, que más que estilo, cuentan la historia de estas comunidades.