“Una tarde, después de un entrenamiento vi que se fue caminando, no se quedó con nosotros. Pensé que algo podía haberlo fastidiado, entonces me fui a duchar, después subí a las habitaciones y armé el mate. Habían pasado 40 minutos, así que le toqué la puerta: ‘¿Vamos a tomar mate y a jugar un truco?’”, le preguntó Rodrigo de Paul a Messi.