Hondureños conmovidos velaban este lunes a los cuatro aficionados que murieron el domingo en una estampida desatada cuando intentaban por la fuerza entrar al Estadio Nacional para asistir a la final del torneo de fútbol, mientras la policía iniciaba una investigación del incidente.
Parientes de Carlos Torres, una de las víctimas en el funeral realizado enTegucigalpa.
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Reyna Funez, esposa de Jose Vidal Zuniga Espinoza, una de las víctimas de la estampida humana.
'Era una exageración (la aglomeración) de gente en ese estadio, como si jugara el Real Madrid', comentó a la AFP, Reyna Fúnez, de 49 años, mientras velaba el cuerpo de su esposo, José Vidal Zúniga (56).
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Venezuela's forward Sergio Cordova (C) and England's midfielder Joshua Onomah compete for the ball during the U-20 World Cup final football match between England and Venezuela in Suwon on June 11, 2017. / AFP PHOTO / JUNG Yeon-Je
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Rosa Romero, lloraba a su hijo Carlos Torres quien fue una de las víctimas en la estampida.
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'Es duro enterrar a un hijo por un partido de fútbol, no queda más que enterrarlo', dijo a la AFP, Humberto Torres (86), quien junto a su esposa, Rosa, llevaba el cuerpo de su hijo Carlos Torres (48) a la comunidad de Cedros, 40 km al norte de Tegucigalpa.
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Un mariachi canta durante el funeral de Carlos Torres,.
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Las muertes se registraron minutos antes de iniciar la final del fútbol hondureño, en el que Motagua goleó 3-0 al Honduras Progreso y se alzó con el bicampeonato.
Los cuatro muertos eran del club que salió campeón.