Que su perro no lo contagie

Esos grandes amigos pueden ser portadores de muchas enfermedades. Mantenga a su familia protegida siempre

Redacción

Tener un perro puede beneficiar su salud, tanto física como mental. Un animalito es un gran compañero para niños y adultos, pero ¡cuidado! Podría convertirse en una fuente de infección si no se toman las medidas adecuadas.

“Un humano puede tener afecciones hepáticas, renales, cardiacas, pulmonares, neurológicas, dermatológicas y oftalmológicas por los parásitos que pueden transmitir”.
afirma Camilo Romero Núñez, Profesor investigador de la UAEM, México.

Las enfermedades más frecuentes que las mascotas pueden causar a los humanos por parásitos recaen en el aparato digestivo. El principal riesgo de los parásitos es que se crean ambientes propicios para que otras enfermedades se desarrollen.

¿QUÉ PUEDE CONTAGIARLE?

Sí, su perro es todo ternura, pero podría transmitirle enfermedades parasitarias por pulgas, garrapatas, chinches o piojos, así como males virales, bacterianos y micóticos (hongos).
Los grupos más vulnerables a infectarse son niños, ancianos y personas enfermas con alguna patología que deprima su sistema inmunológico.
La vía de transmisión es oral a través del excremento. Por ejemplo, se ingieren parásitos en carne poco cocida o alimentos contaminados durante su fabricación o con agua.
También puede propiciarse al acariciar el pelaje de animales con poca higiene.

¡ADIÓS A LOS PARÁSITOS!

Para tener un control de las enfermedades parasitarias del perro se requiere un adecuado control farmacológico, es decir, una desparasitación estratégica bajo el control del veterinario.
Ésta depende de la cantidad y de los tipos de parásitos que tenga la mascota, así como de su raza, edad, estilo de vida...

Puede ser de una a tres tomas; cada 8 o 14 días; una vez al mes o cada dos o tres meses.
“La labor del veterinario es saber cuántos y qué parásitos tiene. No hay un calendario establecido y rígido para la desparasitación; depende del perro, del parásito y del ambiente”.
afirma Camilo Romero Núñez.

¿CÓMO PREVENIR?

-Mantenga a su perro limpio.
-Báñelo mínimo una vez a la semana, dependiendo de su condición de salud.
-Recoja sus heces.
-Evite el contacto entre él y su boca.
-Lávese constantemente las manos o emplee desinfectante para prevenir contagios.

CADA QUIEN SU ESPACIO

Aunque el amor por su “perrhijo” sea grande, recuerde que el can necesita tener sitios determinados para comer, defecar y jugar. Lo ideal es que no esté asociado con mesas, platos, cubiertos, sillones o camas de los humanos.

Más cuidados

Busque un veterinario calificado y certificado en la especie y mantenga a su can en control. Considere la edad de su mascota: no es igual el cuidado de un cachorro que el de un perro de 10 años.

Valore la raza de su perro para saber si puede ofrecerle las mejores condiciones: cuidar a un chihuahua es distinto que a un terranova. Tome en cuenta a su familia y los factores de riesgo.

Averigüe las necesidades de cuidado de su perro según su lugar de residencia: no es lo mismo vivir en una zona cálida, como una donde las temperaturas bajan considerablemente.