El TikToker “más odiado” de Honduras, Supremo junto al influencer japones, Shin Fujiyama construyeron una escuela en la aldea Buen Samaritano del municipio de La Lima, Cortés.
Este centro educativo fue uno de los afectados en este municipio por las tormentas de 2020 Eta Y Iota. Supremo acompañó al influencer a trabajar en un día mezclando cemento, halando bloques, armando hierro, y cargando arena.
Según una publicación en el canal de Youtube del japones, aceptaron al Tiktoker como un voluntario con una condición: que cada vez que utilice una mala palabra, lo castigarían, ya que, hay muchos niños en la aldea.
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Supremo aceptó las condiciones, además, intentó cocinar para las voluntarias de la fundación.
En el video compartido por Shin Fujiyama, Supremo habla acerca de su vida, su niñez, errores, controversias, lecciones y de cómo llegó a tener más de 3 millones de seguidores en Tik Tok.
Asimismo, habló de las múltiples críticas y la comparación que han hehco en las redes de él con Shin Fujiyama.
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Vida de Supremo
“Soy perito mercantil, no puede entrar a la universidad por money, entonces empecé a trabajar como mesero en un restaurante y cuatro meses después a mí me ascendieron como gerente de marketing y le digo a todos los muchachos que andan conmigo, estudien”, expresó el Tiktoker.
Contó que es padre de tres niñas y un niño. Agregó que su personaje de Supremo solo fue creado para las redes, pero en la vida real él no es así.
“Mi contenido no es apto para niños, eso no es culpa mía, son los padres que le dan un teléfono y no pueden controlarlos. Me alegro que me conozca una persona adulta y no un niño”.
Aseguró que está ayudando a otros Tiktoker a crecer para ganar dinero y así que puedan estudiar, superarse y ayudar a su familia.
“ A mí me molestaba que un Tiktoker ganara más que mí y yo trabajaba, hay gente que se molesta porque uno con tonteras hace dinero. No pensé que en las redes sociales había tanto beneficio”, dijo Supremo.
Comentó que inició haciendo “contenido vulgar” para hacerse viral y de esa manera dar a conocer su música. Posteriormente cambió su contenido por los niños que lo ven y por sus hijos.
Manifestó que no ha hecho los mismo proyectos de Shin Fujiyama de construir escuelas por falta de recursos, sin embargo, afirmó que en algunas ocasiones ha salido a regalar juguetes a los niños de escasos recursos.