24/11/2025
08:54 PM

¿Son las madrastras las malas del cuento?

El padre tiene la obligación de involucrar a su nueva mujer en las tareas del hogar, además de propiciar la integración familiar

    Aparentemente, no sólo las madrastras de “La Cenicienta” y “Blancanieves” son malas, pues a las de la vida real, los hijastros les tienen casi siempre, mala fe.

    El problema, de acuerdo con la psicóloga Beatriz Hernández, radica en que muchas veces algunos se empecinan en querer ver a sus segundas madres como las malas del cuento y compararlas con las que salen en los cuentos infantiles sin que esto sea cierto.

    “Culturalmente tenemos el concepto de madre como la mujer que provee las necesidades afectivas del niño y a la madrastra la tenemos como en los cuentos de hadas, eso también ha influido mucho; todos los cuentos de niños dicen que las madrastras son malas sin que en la realidad lo sean. “Socialmente la madrastra está marcada por este estigma, de algo malo, porque como ella no tuvo a los hijos se cree que no los va a querer como debe de ser, o como lo harían las madres biológicas”, explicó Hernández.

    A pesar de que la mayoría de las veces las relaciones entre los hijos y las madrastras no suelen ser muy buenas, la convivencia entre ambas partes puede mejorar siempre y cuando haya una amplia comunicación y apoyo por parte del padre de familia, quien tendrá la obligación de involucrar a su nueva mujer como parte de la familia y no imponerla. “El padre primero necesita comunicación con la pareja para que esté consciente del compromiso que está adquiriendo con los hijos, porque son quienes la van a ver como la ‘intrusa’ que va a usurpar el lugar de mamá. Del padre depende en gran manera el éxito del binomio madrastra-hijo.
    Para Hernández, otra alternativa para mejorar la convivencia entre ambas partes, ya sea después de haber vivido de la muerte de la madre biológica o de un divorcio, es acudir a terapia familiar o espiritual para encontrar el canal correcto de comunicación.