24/11/2025
09:13 PM

'Sería bueno morir riendo”: John Cusack

Con casi dos metros de altura, el actor incluso necesita bajar la cabeza para pasar por la entrada del Hotel Four Seasons.

Con casi dos metros de altura, John Cusack incluso necesita bajar la cabeza para pasar por la entrada del Hotel Four Seasons. Un “grande”, en todo sentido, se hizo famoso por aceptar cierta calidad de cine, por encima de la cantidad de millones que puedan tentarlo en otro estilo de películas.

Y será por eso que también resulta extraño verlo en una superproducción como “2012”, donde los efectos son los verdaderos protagonistas de la historia del fin de mundo. Pero tampoco es la primera vez que la palabra “extraño” tiene que ver con su fama.

¿Cuál fue el lugar más “extraño” donde lo reconocieron por su fama?
En la cárcel.

¿En la cárcel?
Sí, sí.

¿Cómo fue?

No fue para nada agradable. Cuando era jovencito había dejado pasar una multa por alta velocidad, no la pagué. Y cuando la Policía me volvió a parar me tocó uno de esos locos que se creen superpoderosos y me llevó (a la cárcel), solamente por no haber pagado la multa.

Me llevaron a la estación de policía y me esposaron a una silla. Yo no lo podía creer. “¿Es una broma?”, decía yo. “¿Me van a esposar por una multa?” Al lado estaba otro borracho, también esposado, que me reconoció y me dijo: “¡Te conozco! ¿Me podrías ayudar a conseguir representante?” (No pude parar de reír). Aquella vez fue la peor, literalmente, porque no podía ir a ningún lado.

¿Y por su fama tampoco tuvo otros encuentros con la Policía en que le perdonaron otras multas sólo por ser famoso?

¡Por supuesto! (Ríe). Ya sabes cómo funciona todo en este mundo.

Rodeado de una familia de artistas, John Cusack nació el 28 de junio de 1966 en un ambiente de Chicago donde sólo su madre Nancy prefirió ser maestra de matemáticas en vez de pertenecer al mundo del espectáculo. Su padre Dick Cusack primero había trabajado en publicidad, ganando incluso un premio Clío, hasta que en 1970 cambió de actividad para crear su propia productora, impulsando un camino que siguieron sus hijos.

Todos los hermanos se dedicaron a la actuación, inscribiéndose en la compañía de teatro Piven Theatre Workshop, cuando John recién estaba en la escuela primaria. Y en cierta forma logró unir a la familia, más que nunca, porque con su hermana Joan Cusack, John llegó a filmar nada menos que diez películas diferentes.

¿Hay alguna razón en particular detrás del nombre tan parecido con su hermana Joan Cusack?

Tendría que preguntarlo, porque nunca lo vi como un nombre tan similar.

Para los que hablamos en español, por el acento, los nombres de John Cusack y Joan Cusack suenan demasiado parecidos.

Claro, sí. Pero sólo son los mismos nombres porque entre los católicos es muy común que te pongan el nombre de un santo. Si tenemos cinco hijos, buscamos cinco santos. Es muy normal entre los católicos irlandeses como nosotros. No creo que haya ninguna otra razón más allá de habernos elegido nombres bíblicos como Juan (Joan) y Juana (Joan).

Lejos de las costumbres religiosas, John Cusack debutó en cine con apenas 17 años en la comedia romántica “Class”, con Rob Lowe. Y cuando apareció en “Sixteen candles”, entre sus admiradoras adolescentes ya era considerado “superestrella” en la misma época que surgieron Demi Moore, Emilio Estevez, Charlie Sheen y Diane Lane.

Los roles maduros para John Cusack recién llegaron a partir de la película “The grifters” con Angelina Huston. Y mientras se dedicaba a dirigir diferentes espectáculos de teatro con el grupo The New Criminals, John volvió al cine con su propia productora New Crime Productions y la comedia “Grosse pointe blank”, reviviendo en la realidad la misma historia de aquella película, reuniéndose con sus ex compañeros de escuela, además del noviazgo que tuvo, delante y detrás de cámaras, con Minnie Driver.

Luego de rechazar el papel que Woody Harrelson había tenido con Demi Moore en “Indecent proposal” o el rol de Bill Paxton en “Apollo 13”, John Cusack sólo aceptó la tentación de las superproducciones de Hollywood con la película “Con Air”.

Pero no tardó en volver con su estilo de cine tan particular como la película “Midnight in the garden of good and evil”n, en la que después de trabajar con Clint Eastwood vivió otro romance con su hija Alison Eastwood.

Entre sus mejores películas tampoco puede quedar afuera la historia en que se metía en la mente de John Malkovich en “Being John Malkovich”, así como es imposible nombrarlo sin tomar en cuenta ciertas comedias románticas como “Serendipity” o el thriller “Runaway jury”, aunque ahora vuelva al cine con otro estilo completamente diferente, como la cinta de acción “2012”.

¿El más grande desafío actoral de una superproducción como “2012”?

Simple resistencia y mucha energía, porque el proceso puede ser demasiado largo y hay que mantener la concentración durante los cien días de rodaje.

¿Hay alguna razón por la cual no lo solemos ver en este estilo de cine?

¿Será que no me ofrecen las que son realmente buenas? Por lo general, las buenas superproducciones se las ofrecen a la superestrella que figura primero en las recaudaciones.

¿Pero no rechazó una película como “Indecent proposal” con Demi Moore y Robert Redford?

Sí, pero no era para nada una película de acción.

¿Y “Apollo 13”?

También, pero ese ofrecimiento había sido para el cuarto personaje de la historia. Hubiera sido diferente si me hubieran ofrecido el rol de Tom Hanks.

¿Quiere decir que realmente le hubiera gustado convertirse en un héroe de las películas de acción desde hace tiempo?

Insisto: no pude conseguir los buenos roles y no quiero trabajar en películas malas. Quiero hacer buen cine y conseguir los mejores personajes. Pero estoy dispuesto a actuar en toda clase de géneros. No me preocupa.

¿Antes del rodaje de la película ya estaba al tanto de las predicciones sobre el fin del mundo en el año 2012?

Sí, totalmente.

¿Y le da miedo alguna de las teorías?

No tanto. Las de Nostradamus, por encima de todas. Con el tema de los mayas, yo conocía la exactitud de los calendarios (y como termina en el año 2012) pero no creo que tampoco se vaya a caer todo del mapa.

¿Y fuera de la película, cómo imagina el fin del mundo?

No lo sé.

¿Nunca pensó en algo así?

No. Yo siempre estuve más interesado en las imágenes y los símbolos como el Libro de Revelaciones de San Juan porque me criaron con la religión católica, con la imagen del fuego y el infierno. Y por supuesto también siento lo que está pasando con el recalentamiento global, por la cantidad de tormentas en el mundo...

¿Llegó a visitar algunos de los tantos lugares místicos del planeta?

Sí, sí, sí. Estuve por todos lados, en Machu Picchu, las pirámides en México y en Egipto.

¿Qué sensación tuvo al pisar lugares así?
Depende del lugar.

¿Machu Picchu, por ejemplo?

Cuando empezamos a subir, sentí algo espectacular. Era una noche de verano y se veía todo, por encima de los árboles, con la luna en el fondo. Se siente cierta continuidad espiritual. Había un calendario gigante y un reloj de sol exacto que te hace pensar lo intrincados que eran y lo exacto que eran. Se siente que en el lugar hubo alguien mucho más grande que nosotros.

¿Entre todos los lugares del mundo, hay alguno en particular que lo impresiona por encima de otro?

La Plaza Roja de Moscú. Fue increíble estar ahí de noche y ver el lugar donde hubo tanta historia, darme cuenta, por un mapa, de que sólo está ubicada a tres horas de Alemania. Cuando yo era chico, para mí, Rusia quedaba mucho más cerca de China o Mongolia, por lo separada que estaba del mundo. Con la Guerra Fría siempre fue un lugar misterioso para mí. Por eso, caminar por aquel lugar fue algo muy especial. Realmente lo disfruté.

Y si mañana mismo supiera que viene el fin del mundo, ¿qué le gustaría disfrutar? ¿Qué haría exactamente?

Antes que nada, terminaría esta entrevista. (Ríe).

¿Y después?

Si supiera que el mundo terminará mañana, me alejaría del tránsito y probablemente me iría a la playa a relajarme, porque igual no podría ir a ningún lado.

¿Cómo le gustaría morir?

Hmmm, no lo sé. Sería bueno morir riendo.

¿Se tomaría cierto tiempo para ver una película, en medio del fin del mundo?

No vería “2012”, seguro.

El mito de diciembre de 2012

Basada en la idea del calendario maya que termina el 21 de diciembre de 2012, cuando todos los planetas también se interponen en una misma línea, la película “2012” especula sobre lo que puede pasar en aquel momento. Como lo describe el guionista Harald Kloser, “hay millones de personas que creen que habrá un cambio drástico en la sociedad o algún cambio espiritual”. Nadie mejor que el director Roland Emmerich para llevar semejantes especulaciones al cine después de haber dirigido otras películas similares como “Independence day” y “The day after tomorrow”.

En este caso, John Cusack interpreta un fracasado escritor que, después de divorciarse (de Amanda Peet), sólo quiere mejorar como padre, mientras el Presidente de Estados Unidos (Danny Glover en vez de Obama) crea un plan de rescate con otros mandatarios internacionales y sólo unos pocos se animan a hablar públicamente de las predicciones (Woody Harrelson, entre ellos).

Lo curioso es que al jugar con las más asombrosas predicciones, la película acertó en la elección de un Presidente afroamericano, mucho antes de ser elegido, y una escena incluso habla de las Olimpiadas en Brasil (suspendidas por el caos), cuando ni siquiera lo habían seleccionado todavía...

Y detrás de cámaras, más allá del cine, hay varios expertos en el tema que tienen sus propias teorías con otro estilo de predicciones.
Lawrence Joseph, por ejemplo, autor del libro “Apocalypse 2012” que investiga el final de la civilización, asegura que la profecía de los mayas es sólo el principio y describe ciertas calamidades como la actividad solar, el cambio magnético polar de la tierra y un supervolcán en Yellowstone, como lo plantea la película “2012”.

El autor de “Maya cosmogenesis 2012”, John Major Jenkins, cree tener la verdad sobre el final del calendario maya, describiéndolo como un momento de renovación y transformación.

Daniel Pinchbeck, con el libro “2012: the return of Quetzalcoatl”, piensa que el calendario maya sólo termina por un cambio en la civilización al darnos cuenta de la crisis ecológica, generando cierta transformación que llevaría a la integración de la ciencia moderna y el misticismo, representando la unión del paraíso y la tierra, con la materia y el espíritu.

Resumiendo: solamente en Hollywood piensan que el mundo tendrá un final de película en el año “2012”.