Estocolmo, una ciudad para enamorarse, así es llamada la capital sueca. La emoción de la boda se vive en todas las calles. Es una gran fiesta.
LA PRENSA no se la podía perder. Alrededor del castillo se han instalado restaurantes y tiendas, los canales de televisión desde ya están listos para la transmisión de hoy que quedará para la historia de este país.
Las personas se aglomeran para comprar la réplica de la torta que se comerá en la boda, la cual tiene como decoración una corona de chocolate. El postre está relleno de mermelada de fresa, helado y crema muy exquisita. Su lustre es suave y su base es de galleta.
También hubo un concierto dedicado al amor y se realizó frente al castillo. Eran las nueve de la noche y las personas no paraban de cantar y bailar. Hay una gran cantidad de turistas que han llegado a Suecia para presenciar este evento.
Los souvenires que se están vendiendo incluyen tazas, platos y hasta toallas para cocina. Es una locura.
Antes de llegar a Estocolmo en toda la carretera se puede observar rótulos electrónicos indicando que del 18 al 19 no se podrá entrar en auto a la ciudad y que el transporte ese día será gratis.
Las calles en donde pasará el cortejo ya están preparadas, y desde ayer viernes están instaladas las alfombras del castillo por donde desfilarán los invitados y miembros de la realeza.
En algunas entradas del metro hay cuadros con un marco muy hermoso que tienen las estampitas de la princesa y su prometido. Los periódicos todos los días llevan de portada las noticias sobre la boda y los canales de televisión constantemente pasan anuncios y reportajes.
Sin duda el día de la boda será hermoso e inolvidable, cada detalle está muy bien cuidado para que sea perfecto.