Tata Güines, uno de los más grandes percusionistas de Cuba, llamado el 'Rey del Tambor', falleció este lunes en La Habana a los 77 años, luego de haber vivido una vida bohemia y de haber triunfado en Nueva York, informaron fuentes cercanas al músico.
El Tata Güines murió en horas de la madrugada tras permanecer hospitalizado durante unos diez días 'por problemas renales y presión alta', precisó a la AFP la fuente, cercana a la familia. El deceso también fue confirmado por la televisión local.
Arístides Soto Alejo nació el 30 de junio de 1930 en el poblado de Güines (50 km al sudeste de La Habana), en un hogar pobre de creyentes en ritos de africanos, de donde provinieron su amor por los tambores y el apelativo de Tata, completado con el nombre de su pueblo.
Premio Nacional de la Música en 2006, Diploma al Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte, ISA, de La Habana, su nombre artístico fue adoptado por una marca de tambor de la fábrica de instrumentos musicales de Cuba.
Participó en tres discos que ganaron Premios Grammy: 'Lágrimas negras' (2004), 'La rumba soy yo' (2000) y 'Cuban Odyssey' (2003).
En los años 50, cuando conoció a Chano Pozo, según contó después, tocaba en cualquier lugar y dormía donde lo sorprendiera la noche, tras actuar en bares y cabarés de La Habana de entonces.
En 1957 viajó por dos años a Nueva York. Trabajó allí con Dizzy Gillespie en el hotel Waldorf Astoria, uno de los más prestigiosos de aquella ciudad estadounidense.
Regresó a Cuba en 1959, poco después del triunfo de la revolución de Fidel Castro, donde se unió al grupo de jazz de Frank Emilio, para después formar su propia orquesta.