A Rihanna le gusta celebrar con los ganadores y esta vez lo hizo con los seleccionados de Alemania que se coronaron por cuatra vez campeones del Mundo en el Mundial de Brasil 2014.
En el Hotel Sheraton de Barra de Tijuca se brindó con cerveza y caipirinhas, porque una cuarta Copa del Mundo bien lo merece. La canciller Merkel y el presidente de la República, Joachim Gauck, daban el tono institucional, aunque el protagonismo indiscutible fue de nuevo para la diva del pop.
Rihanna se acercó al Sheraton para culminar un fin de semana memorable en Rio. Incansable desde el viernes, gozando el sábado, cuando ya montó una buena en el Hotel Pestana de Copacabana, con pantalla gigante, acceso VIP y neones hacia la playa. Tras la conquista del trofeo, se dejó achuchar por Schweinsteiger y el siempre divertido Podolski publica El Mundo.
Los alemanes daban rienda suelta a la euforia, como ya había avisado Klose antes del partido: 'No suelo beber alcohol, pero os aseguro que saldrá mi lado más salvaje'. Aún con ropa deportiva, sin las galas de sus acompañantes femeninas, que compartían sonrisas con la estrella invitada, pero de otra manera.
En Maracaná, Rihanna se había levantado la camiseta como en ese anuncio de Guaraná, pero no a pecho descubierto, sino con sostén. No conocía el freno la caribeña, que pidió prestado a Götze el trofeo de mejor jugador de la final para inmortalizarse con él. Tenía las puertas abiertas del Mundial y hasta Pelé había arrancado unos minutos a su agenda para conocerla.
Rihanna mostró su inclinación por el héroe de la jornada, la joven estrella alemana Mario Götze. Mezut Özil también se inclinó fascinado por la bella cantante, y en plena entrega de medallas, le obsequió su remera, que la joven lució durante todo el festejo alemán con los jugadores.





