19/12/2025
03:27 AM

Indio, indígena y aborigen

Los fonemas y las letras no se corresponden entre sí; hay más sonidos que letras. Pero la infinita posibilidad de combinar sonidos da lugar a crear cuantas palabras el hombre necesite; es natural que hay momentos en que unos vocablos se parecen o son idénticos a otros sin tener ninguna relación etimológica ni de significado.

    Los fonemas y las letras no se corresponden entre sí; hay más sonidos que letras. Pero la infinita posibilidad de combinar sonidos da lugar a crear cuantas palabras el hombre necesite; es natural que hay momentos en que unos vocablos se parecen o son idénticos a otros sin tener ninguna relación etimológica ni de significado.

    Indio es el gentilicio de India -o La India, como suele decírsele-, así se les llama a los originarios de ese país; indio es una variante de hindú. Como el hinduismo es la religión que más se profesa en aquel país del Lejano Oriente, eso hace que por lo general a sus aborígenes se les conozca como hindúes, y muy raras veces como indios. No obstante, su lengua mayoritaria el indi, no el indio o hindú.

    Pero por razones históricas, con el sustantivo indio también se define a cualquier individuo de las poblaciones aborígenes de América: indios aimaras, arahuacos, guaraníes, cachikeles, pipiles, huastecos, cheyennes, seminolas, apaches, etc.

    Aunque indio e indígena se toman como sinónimos relativos, ambos términos tienen etimologías nada parecidas. Indio se origina de India y nada más; mientras que indígena es un cultismo latino: 'de allí' y por extensión 'primitivo habitante de un lugar, nativo'.

    En la actualidad, indígena es definida por la RAE como 'originario del país de que se trata' y es sólo aplicado a personas. Si nos basamos en este concepto, perfectamente podríamos referirnos a los indígenas de Suecia, Islandia, Japón, pero nunca a los indios de esos territorios – porque no hay -. Sin embargo, en nuestros países este vocablo se usa con frecuencia debido al matiz despectivo que se ha marcado en la voz 'indio'.

    Por otro lado encontramos la palabra 'aborigen' que -aunque tiene otra procedencia- sí comparte significado con 'indígena'. Se conoce como aborígenes a los indígenas de todo el continente americano y a los de las poblaciones originarias de Australia.

    Pero las palabras, que como indígena y aborigen, tienden a gastarse y se van volviendo ofensivas, peyorativas y hasta tabúes, hoy lo más agradable es hablar de 'primeros habitantes, amerindios, asiáticos, afrodescendientes'.

    Y hablando de términos desfavorables y hasta degradantes, la lengua siempre está buscando equivalentes suavizadores que de alguna manera impactan bien en el receptor. Qué feo se escucha: 'Había trece reos en una celda de dos metros cuadrados', 'Ya son muchas las prostitutas que deambulan por la ciudad', 'La Municipalidad tiene gente encargada de la basura', 'Los maestros se van a un paro el próximo jueves'. Reos, celda, prostitutas, basura y paro son unidades léxicas definidas; pero para atenuar estos significantes, ahora se han hecho traslados más dulcificantes: 'Había trece privados de libertad en un hogar de dos metros cuadrados', 'Ya son muchas las trabajadoras del sexo que deambulan por la ciudad', 'La Municipalidad tiene gente encargada de los desechos sólidos', 'Los maestros se van a una asamblea informativa el próximo jueves'.

    Es importante aclarar que estos usos se presentan sobre todo en los medios de comunicación social y en uno que otro ambiente directo y un tanto formal. En el habla diaria, común, y no sólo en el nivel coloquial, casi nadie usa estos eufemismos, tal vez por ignorancia o por lo perifrástico que resulta aplicarlos.