Semanalmente recibimos docenas de cartas de mujeres que sufren el mismo problema: ¡se enamoraron de hombres casados! Todas creyeron en el cuento de “por ti la dejo”, pero luego vieron como sus esperanzas se desvanecían porque él siempre encontraba “razones” para seguir con la esposa. Así estas mujeres perdieron la dignidad “por amor” y aceptaron resignadas el indigno rol de ser la “otra”.
Esta situación se vuelve insostenible con el transcurrir del tiempo cuando empiezan a tener hijos, y estos empiezan a cuestionar y a juzgar la conducta de sus padres o finalmente, cansadas de ser el “segundo frente”, sumidas en la desesperanza y depresión buscan romper lazos con el amante, pero descubren que no pueden porque dependen de él económica o emocionalmente. Lo lamentable del asunto es que pudieron evitar tanto dolor y frustración desde un comienzo, con un firme “No”. Tan simple como eso. Para que tú no caigas en las garras de un sinvergüenza ni te veas tentada a engañarte a ti misma con la excusa de que “yo no sabía que era casado”, Mía te ofrece hoy las mejores recomendaciones de especialistas en psicología y relaciones de pareja.
Primeros “síntomas”
Puede que en la primera cita no te des cuenta de nada: es difícil saber que el hombre con el que estás hablando vuelve a dormir a su casa con su mujer y sus niños. Pero a medida que pasa el tiempo, algunos detalles revelan que tu hombre ideal no te está diciendo la verdad. Lo mejor es que mantengas los ojos abiertos y estés preparada para aceptar la realidad, antes de que sea demasiado tarde y te conviertas en la sufrida “otra”.
“A veces las mujeres nos hacemos las tontas y miramos para otro lado. Y así sucede que nos enteramos de que el hombre con el que estamos es casado pasados muchos meses”, dice la especialista en relaciones de pareja Andrea Eggas. En ese momento estallamos de ira, pero parte de la culpa, asegura, es nuestra.
Si un amigo o amiga te presentó al susodicho, estás a salvo, porque seguro te darán referencias. Pero si lo sacaste de un chat, de un bar o de la calle, no te fíes. Los especialistas dicen que muchos hombres siguen haciendo vida de solteros puertas afuera de su casita familiar.
“Péscalo” en la primera cita
Lo mejor, en todo caso, es que te des cuenta en las primeras citas, así te ahorras la ira, la tristeza y la sensación de que te engañaron. April Massini, experta en relaciones de pareja y autora del libro Think and date Like a Man (Piensa y conquista como un hombre), dice que un buen recurso es buscarlo en Google.
Si el buscador no te arrojó ninguna revelación y decides igual salir con él, tienes que ponerte manos a la obra en la cita. Massini recomienda preguntarle sutilmente dónde vive, y si alquila o es dueño.
Si te dice que tiene una casa grande en un barrio, anota un punto a favor de la columna de “casado”. Por lo general, los solteros viven en Town House o apartamentos fáciles de mantener y de limpiar, y no necesitan un gran jardín para que jueguen sus sobrinos.
Mira su dedo. Puede que el anular tenga una marquita blanca que te revele la cruda verdad. Una vez que entras en confianza, pregúntale si alguna vez ha estado casado. Si se pone colorado y tartamudea o da rodeos, peligro. Si te dice que se está separando, no te veas más con él. “No es lo mismo estar en trance de separación que estar legalmente divorciado”, advierte Massini.
“Y si ha pasado un tiempo y te das con la sorpresa de que sí, efectivamente tus sospechas son reales, ¡aléjate lo más pronto posible!, pues comenzará con el ‘sigo ahí solo por mis hijos’, ‘cómo no te conocí antes, mi mujer es una bruja’, ‘está a punto de morir y no puedo dejarla’, ‘no tengo nada con ella, dormimos en cuartos separados’, ‘ni bien tenga plata me voy de ahí’, ‘espérame, por favor’ y mil excusas más y si esperas, pasarán los años y seguirá aumentando las excusas. Si realmente es cierto lo que él dice, déjalo y cuando esté realmente solo que te busque”, recomienda Fanny Flores, psicóloga del Centro Comunitario de Salud Mental San Juan de Dios.
La claves
En caso de que las primeras citas no sean suficientes, no bajes la guardia. A medida que pase el tiempo, algunas conductas te dirán si estás haciendo el papel de inocente engañada y si tu relación no va a ninguna parte. Toma nota de estas claves infalibles proporcionados por la psicóloga Fanny Flores:
1
El teléfono
Cuando no lo ves lo fines de semana por alguna razón que te dio y lo llamas al cel, no puedes comunicarte con él. Las excusas que te da es que misteriosamente se le arruinó o que se le descargó, o “no lo escuché, lo tenía en vibrador”; o “no me entró ninguna llamada tuya ¿segura que me llamaste?”, o te dice “Alo”, “Alo” y te cuelga porque supuestamente no te escucha, luego te llama con cualquier excusa. Cuando te llame dile que lo llamas al rato a ver que reacción tiene, porque se pudo haber escapado para hacer la llamada.
2
El fin de semana
El puede salir todos los días incluso viernes y sábado pero los domingos son días familiares es muy raro que pueda escaparse los domingos, ojo si te empieza a inventar cuentos sobre los domingos. Cuando llega muy temprano a sus citas o llega muy tarde, sobre todo los fines de semana, puede que tuvo que salir antes o después para evitar problemas con la esposa. Si lo invitas a una reunión social te pregunta quiénes van y como son, para estar seguro que no llegará alguien que lo conozca y lo vea contigo. Casi siempre salen solos y los pocos amigos que le conoces son varones y nunca salen en pareja con las esposas de ellos, o con algunos de su familia.
Los 10 pasos
1. Cabos sueltos. Cuando estás con él todo marcha fenomenal. Pero no tienes idea de lo que hace o lo que deja de hacer cuando está solo. Si le preguntas, las respuestas son vagas. Cuando te da detalles, hay cosas que no concuerdan.
2. Pronombres confusos. Se confunde con los pronombres. A veces habla de yo, otras de nosotros. Dice “nos cortaron la luz”, por ejemplo. Pero no sabes si el nosotros es una pareja, son sus compañeros de trabajo, son diez amigos, es su madre o son sus primos.
3. No tiene horarios. No sabes a qué hora entra o sale de trabajar. Él dice que su profesión le requiere horarios flexibles, así que no tienes idea de cuándo está disponible.
4. No se queda a dormir. De noche desaparece como la cenicienta. Si se queda, lo hace por dos o tres días y durante la semana.
5. Celular apagado. Cuando está o se queda contigo, su celular está siempre desconectado. Dice que no quiere que lo molesten del trabajo, pero lo cierto es que no quiere recibir llamadas comprometedoras mientras estás a su lado.
6. Los fines de semana son una excepción. Si no pasa los fines de semana contigo, dice Massini, es hora de que te preguntes con quién lo hace. Si te dice que está trabajando pero no tienes idea dónde (no te da un número fijo), empieza a temblar.
7. Pregúntale con quien vive y si no te está ocultando nada te lo dirá sin poner pero alguno, pero si duda o no te da una respuesta clara tienes de qué preocuparte.
8. No tienes su teléfono fijo. Se manejan por celular y por e-mail. Si no te da ese teléfono, es porque no quiere que te atienda su mujer.
9. Nunca te deja que lo busques en el trabajo. Jamás te dice que lo pases a buscar para ir a comer o salir a pasear. No quiere que te vean.
10. Las salidas son demasiado originales. Restaurantes alejados, idas a la playa, hoteles en las afueras. Pídele que te lleve a tomar un “capuccino” un domingo al sitio más popular de la ciudad. Si te dice que no le gustan esos lugares, empieza a sospechar.