La cantante Adele lleva cerca de año y medio agasajando a su público con su residencia de conciertos en Las Vegas, denominada ‘Weekends with Adele’ porque sus espectáculos sólo tienen lugar los viernes y los sábados.
Teniendo en cuenta que este domingo se celebrará en esa misma ciudad la gran final de la liga de fútbol americano, la Super Bowl, se daba por hecho la presencia de la artista británica en el estadio Allegiant, que está a escasa distancia del resort hotelero donde actúa.
Sin embargo, la artista ha sido tajante a la hora de descartar su asistencia.
La semana pasada, precisamente durante uno de sus recitales en el Caesar’s Palace de Las Vegas, la estrella de la canción se sinceró con sus fans sobre la decepcionante experiencia que vivió hace un año en Glendale (Arizona), donde se disputó la Super Bowl de 2023.
En esa ocasión, la cantautora sí se animó a comprar las entradas para ver el partido desde las gradas, pero lo cierto es que su único interés pasaba por disfrutar del descanso musical que corrió a cargo de Rihanna.
”El año pasado sí fui, pero no lo hice por el fútbol. Fui a ver a Rihanna. Me di cuenta, nada más llegar, que los estadios no están hechos para la gente. Es mejor ver el espectáculo por televisión, porque obviamente no pude verla en absoluto. No sé, quizá no tenía el mejor asiento”, reveló Adele sobre los problemas de visibilidad que arruinaron su experiencia.
Por tanto, Adele disfrutará de la actuación de Usher, el encargado de amenizar la velada este año, a través de la pequeña pantalla y con todas las comodidades que le ofrece su hotel.
“Este año no voy, y eso que lo tengo al lado. Y me encanta Usher, así que le veré en televisión”, sentenciaba al respecto.
Aunque no es una gran aficionada al fútbol americano, lo cierto es que Adele debería estar al menos familiarizada con las reglas y mecánicas de este deporte gracias a las lecciones magistrales que ha venido recibiendo de su prometido Rich Paul, agente de varios deportistas tanto de la NBA como de la NFL.
Sin embargo, ese no parece ser el caso. “Antes de estar con mi hombre, no había visto un partido de fútbol americano en mi vida. Os juro que el pobre hombre ha tratado de explicarme cómo funciona un partido de la NFL un millón de veces. Pero no, sigo sin entenderlo”, bromeaba.
