Con los cambios de clima sus plantas necesitan una serie de cuidados que permitan su correcto desarrollo. Tome nota de estos sencillos consejos y presuma un bello jardín.
El primer paso para garantizar su salud es podarlas adecuadamente. ¡Fuera hojas y ramas secas! que no sólo dan un aspecto triste y apagado a la planta sino que la debilitan y frenan su crecimiento.
Confirme que las raíces están en buenas condiciones y que disponen del espacio necesario para continuar con el crecimiento que se producirá en los próximo meses.
Oxigenar la tierra de macetas es fundamental. Una pequeña pala o rastrillo será indispensable para removerla y favorecer su renovación.
El agua y la luz
El lugar donde esté ubicada cada planta y la cantidad de agua que le suministre serán clave para su salud.
Deberás tener en cuenta las necesidades de sol y de claridad que requiere cada una de ellas. Como norma general, las plantas que dan flores son las más resistentes a los rayos solares, mientras que las de hoja verde suelen “preferir” un entorno donde el sol y la sombra incidan de manera similar.
La forma de colocarlas también importa. Cada planta necesita su espacio. Si quiere que crezcan hermosas y luzcan con todo su esplendor, ayúdales a desarrollarse vigilando que sus ramas no encuentren obstáculos que impidan su crecimiento.
El riego correcto (ni excesivo, ni escaso) es básico para la salud de la planta.
Cada una tiene sus propias necesidades pero recuerda que con el aumento de las temperaturas el riego, en cualquier caso, debe incrementarse.
Un buen truco si ve que la tierra está muy dura y seca sumerja la maceta entera, unos segundos bajo el agua, verá que este “baño reparador” le sienta fenomenal.
