Estados Unidos ofreció ayer recortar el tope autorizado de sus subsidios agrícolas con mayor impacto negativo en los flujos de comercio de 17 mil a 15 mil millones de dólares anuales.
Los subsidios agrícolas de los países ricos son una de las tres grandes cuestiones que esta semana discuten en Ginebra los ministros de unos 35 países de la Organización Mundial del Comercio, OMC, que cuenta con 152 miembros, para destrabar la Ronda de Doha, lanzada en 2001. Los otros dos temas son los aranceles agrícolas impuestos por los países ricos y los aranceles industriales de los emergentes.
En cuanto a subsidios agrícolas, se prevé que los países ricos reduzcan sus subsidios, que según los países del Sur distorsionan las cotizaciones mundiales y penalizan a sus agricultores. Estas reducciones sobre los subsidios que distorsionan el comercio porque están ligados a un nivel de precios o de producción deben materializarse en un plazo de cinco años.
En cuanto a aranceles agrícolas, los grandes exportadores como Estados Unidos y Brasil reclaman una rebaja de los aranceles aduaneros aplicados por potencias como la Unión Europea, UE, y Japón. Se espera que los aranceles más elevados bajen más, ya que el objetivo es lograr una rebaja de 54 por ciento en promedio para los países desarrollados. Para las naciones en desarrollo, la baja promedio no superará el 36 por ciento. Los países menos avanzados no deberán hacer ninguna concesión.
En cuanto a productos industriales, los países ricos exigen a los del Sur que abran más sus mercados. En respuesta a una demanda de los países ricos, está prevista que las repúblicas participantes 'señalen' cuáles son los sectores que están dispuestas a abrir a la competencia extranjera.