26/04/2024
09:52 AM

La economía va por trabajadores de cuello verde

El 80% de las habilidades que requerirán las plazas laborales en la nueva economía cada vez más descarbonizada ya existen, según Deloitte Global.

Tegucigalpa

La descarbonización de la economía, a la cual Honduras debe entrar inevitablemente, supone para el ámbito empresarial del planeta la creación de millones de plazas laborales de cuello verde, conocidos como “Green Collar”, para satisfacer las nuevas necesidades de la sociedad.

Según el informe “El trabajo hacia las cero emisiones netas: el aumento de los trabajadores de cuello verde en una transición justa”, publicado por la firma Deloitte Global, plantea que las personas encargadas de formular las políticas y los líderes empresariales pueden ayudar a crear más de 300 millones de nuevos empleos cuello verde en todo el mundo para 2050 y garantizar el proceso de descarbonización.

Transporte

Ciudades saturadas por los vehículos. Situación. Hasta ahora, Honduras no ha dado un paso para bajar las emisiones a través del parque vehicular. Cada día, Tegucigalpa y San Pedro Sula se saturan de más automóviles.

Hasta ahora, son llamados trabajadores cuello verde quienes desarrollan actividades que implican la conservación del medio ambiente, como agricultores orgánicos, biólogos marinos, ingenieros en energías renovables.

Sin embargo, en la medida que los países siguen la ruta de la descarbonización, surgen ocupaciones que hasta hace unos pocos años eran impensables y ahora son parte de la vida cotidiana.

Para Deloitte Global, “la economía de la transición hacia las cero emisiones netas requerirá y creará una fuerza laboral de trabajadores de cuello verde que se caracterizará por impulsar nuevos tipos de trabajo, habilidades y ocupaciones que, eventualmente y en conjunto, reconstruirán nuestra economía del futuro”.

El estudio realizado por esa firma dice que más de 800 millones de empleos (casi una cuarta parte de la fuerza laboral del planeta) son ampliamente vulnerables frente a los fenómenos que desencadena el cambio climático o ante los efectos de la transición hacia una economía baja en carbono.

Mientras se lleva a cabo la descarbonización, el gobierno y la empresa privada deben crear y ejecutar políticas para transformar el sistema educativo hacia una economía verde.

El informe identifica, además, dos categorías de tipos de trabajo que están más expuestos a los riesgos de costos no administrados derivados de la transición hacia las cero emisiones netas y los daños ocasionados por el cambio climático: aquellos expuestos a daños físicos por el cambio climático y aquellos que trabajan en industrias intensivas en emisiones.

A través de un comunicado de prensa, Pradeep Philip, socio del Instituto de Economía de Deloitte, plantea que “con el apoyo político adecuado de los gobiernos de todo el mundo podemos crear más empleos, mejores resultados para los trabajadores y una distribución más equitativa de las oportunidades creadas en una economía de cero emisiones”.

“Nuestro análisis muestra que 80% de las habilidades que se requerirán para los trabajos en nuestra economía cada vez más descarbonizada ya existen. Está claro que estas habilidades y los trabajadores de cuello verde serán el eje de la transición, no su consecuencia”, opina.

Estos trabajadores cuello verde ya existen y desarrollan actividades encaminadas a la protección del ambiente y las diferentes formas de vida.

El estudio publicado recientemente advierte que es necesario “crear empleos de alto valor para definir la ruta hacia la transición: se requiere vías de empleo que representen una oportunidad de trabajo para garantizar que se mantengan sus estándares de vida y una participación significativa en el trabajo durante la transición hacia las bajas emisiones”.

“Los sistemas de educación y capacitación a nivel mundial serán responsables de mejorar y volver a capacitar a los trabajadores afectados, además de facilitar los caminos hacia sectores de alto crecimiento con habilidades en demanda. En este sentido, es fundamental reformar al sector educativo y de formación para aprovechar el potencial económico de la descarbonización”.

Al mismo tiempo, los gobiernos y las empresas deben establecer “objetivos para reducir las emisiones de carbono bien definidos pueden ayudar a las industrias, empresas y personas a tomar decisiones de inversión efectivas para una transición oportuna y coordinada”.