17/07/2025
12:33 PM

Dos productores con excelencia agrícola

  • 07 julio 2016 /

Juan Carlos Urquía y Ariel Padilla, agricultores de Francisco Morazán y Comayagua, fueron destacados por una cadena internacional por la producción sostenible de vegetales

Teguicigalpa, Honduras.

Se llama Juan Carlos Urquía y es uno de los 700 productores hondureños que forman parte de la cadena de valor de la multinacional Walmart en Honduras.

De niño, su sueño era estudiar Agronomía. Un sueño que se vio frustrado por una causa que se ha vuelto común en países en desarrollo como Honduras: las limitantes económicas de su familia.

Y fue esa la razón que, al concluir sus estudios primarios en la escuela Víctor Manuel Calidonio, de su comunidad de El Ocotal, en Francisco Morazán, se vio obligado a apoyar a su padre en las actividades agrícolas y olvidar el sueño que abrigaba.

Esa es la historia de Juan Carlos Urquía, un agricultor, residente en la comunidad de El Ocotal, Francisco Morazán, ligado al campo desde los ocho años, ya que creció viendo y apoyando a su padre en cultivar la tierra y comercializar sus productos (pepino, elote y pipián) en el mercado informal de su comunidad.

“Yo soñaba con ser agrónomo y no lo logré, no porque mi padre no quisiera ponerme a estudiar, sino porque no podía, no tenía las posibilidades económicas”, expresó a D&N minutos después de recibir un reconocimiento nacional a su labor agrícola.

“Pero dicen que agrónomo es el que trabaja la tierra y no el que tiene el título, y de eso me siento orgulloso de ser productor”, apunta.

Urquía inició entregando a Walmart 3,500 unidades de pepino por semana hasta las 25,000 unidades semanales que entrega actualmente.

Foto: La Prensa

Ariel Padilla tiene 32 años y tres hijos. Egresó de la escuela Francisco Morazán de su comunidad natal (San José del Potrero) e hizo sus estudios secundarios a distancia.

Más tarde sumó a su portafolio otros productos; entre ellos, tomate, pera, tomate manzano y berenjena, productos de los cuales inicialmente entregaba 3,750 libras y ahora cultiva y vende un promedio de 38,000 libras al mes. También cultiva cebollas, habichuelas y cebollines.

Trabaja la tierra junto con su familia. De sus cultivos dependen actualmente unas 60 personas, a las que les ofrece empleo permanente.

“Me siento agrónomo. Hay agrónomos que se han atrevido a hacerme preguntas que ellos tendrían que saber las respuestas, y cuando me preguntan a mí, me siento más agrónomo”, expresó.

Dice que ahora su sueño es que su hijo, de cuatro años de edad, sea lo que su padre no pudo ser. “Ahora sí, él va a contar con el apoyo que yo pueda darle”.

Urquía encabeza actualmente una organización que se llama Unidos para Crecer, la que aglutina a 23 productores de su comunidad. Junto con ellos, impulsa un nuevo sueño: “que así como estoy individualmente, un día poder estar como grupo, pues para eso nos estamos formando, para crecer”.

Productor Excelencia Agrícola

Ariel Padilla es originario de San José del Potrero, Comayagua, en donde cuenta con sus sembradíos de pepino, tomate, cebolla, pataste criollo y pipián, entre otros.

“Mi fuerte es el pepino, al año produzco unas 12 manzanas”. También cultiva habichuelas, chile morrón y lechuga. Walmart lo reconoció como Productor Excelencia Agrícola.

Es agricultor de nacimiento, dice. Su padre lo fue y él, aunque fue al colegio y se graduó de bachiller, siempre tuvo claro que quería ser agricultor, “y gracias a Dios soy agricultor y mantengo a 10 personas trabajando permanentemente”.

Padilla recuerda que se unió a Walmart en 2006, como parte del programa de apoyo a agricultores que impulsaban desde una agencia de apoyo estadounidense, y señala que esa fue “una buena decisión porque ellos (Walmart) consumen todos los productos que nosotros producimos”, porque usted sabe, comenta, que esto de la agricultura es una actividad difícil si no tiene un mercado seguro adonde vender su producción.

Su mayor satisfacción es entrar a un supermercado Walmart y ver a las personas comprar sus productos. “Es una gran satisfacción porque esto es algo que nosotros hacemos con amor y entusiasmo, y sabemos que es un producto de alta calidad”. Sabe que esa es una gran ayuda, pues esta es una actividad difícil. Eso lo aprendí desde chiquito.

Miré cómo mi padre trabaja porque “ser productor uno entierra su dinero y lo hace con conocimiento de que uno tiene un mercado seguro”, ya que a veces producir para los mercados informales a veces pega o a veces pierde. La producción de pepino supera las 40,000 unidades.

Foto: La Prensa

Juan Carlos Urquía es agricultor desde los ocho años. Su sueño era ser agrónomo, y lo logró en la universidad de la vida: trabajando la tierra día a día, dice. Tiene dos hijos, uno de cuatro años, que él quiere que sea agrónomo también.

En 2015, Walmart compró a este grupo de productores locales cerca de 148 millones de dólares en frutas, vegetales, granos, mariscos y otros perecederos.

A través de su programa Tierra Fértil compraron 16 millones de dólares en el mercado local de frutas, vegetales y granos, y más de 70 millones de dólares en productos como flores, lácteos y carnes frías.

El 100% de las carnes de res que comercializaron en el país provino del mercado nacional. La relación comercial abrió las puertas a la exportación de 57 millones de dólares de frutas.

“Walmart adquirió en 2015 el 9% del banano y el 19% del melón que Honduras exporta anualmente”, comentó el vicepresidente de Perecederos y Desarrollo Agroindustrial de Walmart, Hernán Muntanar.

La relación con los productores hondureños no se ha limitado a la compra de sus producciones. “Tenemos más de 15 años capacitando y asegurando el pago de los productos que comercializamos.

Es así como se forjan alianzas duraderas y crecientes (...). Estamos trabajando fuerte para generar oportunidades, por eso seguimos invirtiendo en el país y generando empleo”, apuntó.