Tras 71 años marcando la pauta en el desarrollo y crecimiento comercial de San Pedro Sula, la tienda Jorge J. Larach cierra sus puertas al público.
La noticia fue dada a conocer el viernes a los empleados, muchos de los cuales laboraron por varias décadas convirtiendo a Jorge J. Larach en una compañía exitosa y un símbolo de la ciudad.
Fundada el 2 de octubre de 1940 por el visionario y recordado empresario don Jorge J. Larach, la empresa fue una de las primeras tiendas en ofrecer a los sampedranos y visitantes, artículos y enseres nacionales e importados de alta calidad.
Con el cierre de la tienda termina un exitoso capítulo en la constante generación de empleo y en el fortalecimiento de la economía en la capital industrial y el Valle de Sula. Se convirtió paulatinamente en una empresa sólida que a la vez fue dando vida a otras compañías en los rubros de la comunicación, salud, servicios y consumo popular.
El edificio que albergó a la empresa en la tercera avenida, antes calle del comercio, ha sido un ícono de la ciudad desde los albores de su desarrollo, aportándole ese toque de crecimiento y modernidad que hoy caracteriza a la Ciudad del Adelantado.
Aparte de un sabor de nostalgia y gratos recuerdos entre los sampedranos, el cese de la emblemática tienda deja un vacío entre empleados y clientes que buscaban desde artículos de ferretería y escolares, hasta objetos de decoración.
Fue base también para el desarrollo industrial de la zona, pues de allí se abastecieron importantes fábricas de los materiales y artículos que requerían para su crecimiento y producción.
A lo largo de su brillante trayectoria, el fundador y sus directivos supieron imprimirle no solamente un enfoque comercial calificado, sino también los valores de honestidad, rectitud y respeto.
El crecimiento de Jorge J. Larach marchó siempre de la mano del esfuerzo, el trabajo en equipo, la creatividad y sentido de logro de su personal con el propósito de ofrecer oportunidades y recompensas al mérito.
Esa mística de trabajo de su fundador la continuó su hija, la empresaria Martha Larach de Canahuati, quien, junto a sus descendientes, también fortalecieron los lazos con la comunidad al seguir apoyando importantes proyectos de asistencia social. Y aunque hoy la tienda cierra sus puertas al público, el compromiso con estos proyectos sociales se seguirán atendiendo, de acuerdo a lo dispuesto por sus accionistas.
Con un sentimiento de pesar, pero sobre todo de mucha gratitud para proveedores y clientes, ejecutivos y personal del almacén dijeron marcharse satisfechos por haber laborado para una empresa que es y será orgullo de la ciudad y del país.