En un duelo sin cuartel a lo largo de cuatro sets, Roger Federer avanzó ayer a la tercera rueda del torneo de Wimbledon con una victoria de 6-3, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (5) sobre el serbio Ilija Bozoljac.
Pero a pesar de lo reñido que fue ese partido, sólo pareció un ligero entrenamiento frente al que disputaron el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut.
Ambos salieron de la cancha casi dos horas después sin un resultado final por segundo día consecutivo, inmersos en el partido más largo de la historia.
Los dos tenistas esbozaron sonrisas de cansancio cuando su maratónico juego sin precedentes fue suspendido por falta de luz por segunda noche seguida, empatado 59-59 en el quinto set.
El encuentro seguía sin un ganador tras diez horas de juego, incluyendo siete horas y seis minutos sólo en la quinta manga. Eso fue suficiente para romper el récord del partido completo más largo, el cual era de 6:33, establecido en el Abierto de Francia de 2004.
En el encuentro final de la jornada en la Cancha Número 1, Federer volvió a encontrar un rival de fuste, como le ocurrió en la primera rueda, cuando tuvo que remontar la desventaja de dos sets en contra. Pero el suizo finalmente se impuso con un desempate en la cuarta manga.